El sector tecnológico, representado por Ametic, la patronal de la industria electrónica y las telecomunicaciones, se ha escindido en dos. Por un lado están lo que desde la patronal llaman empresas "rebeldes", que abandonaron la asociación a finales de 2016 -entre ellas Telefónica, Orange y Vodafone-, y por el otro otras 270 corporaciones de menor tamaño que se mantienen en la patronal.
Básicamente y según fuentes de Ametic -porque los operadores se mantienen en silencio-, estas grandes compañías, con Telefónica, Orange y Vodafone como las más representativas, pretendían incluir en los estatutos de la patronal una modificación en la forma de votar.
Hasta ahora la fórmula era 'una empresa un voto' pero los operadores querían que el peso del sufragio se calculara en función del tamaño, facturación y volumen de las aportaciones de los socios. Pero un 80% de los miembros de la patronal votó en contra de esto hace solo tres días.
De haber salido adelante, los operadores habrían quedado en situación ventajosa, ya que Telefónica, Vodafone y Orange son los que más aportan a Ametic. Fuentes bien informadas sitúan la cantidad abonada por las tres empresas en el entorno de los 130.000 euros al año.
No hay que olvidar que la labor principal de cualquier patronal es establecer las pautas para defender los intereses de todos y cada uno de sus asociados ante el mercado y los reguladores.
Según Ametic, de haberse dado esta situación -la modificación del voto- se habría entrado en una "inquietante deriva monopolística", dejando entrever que se defenderían más los intereses de los grandes actores que los del resto de asociados más pequeños.
Ametic señala a los operadores como culpables del linchamiento mediático sufrido por su presidente, José Manuel de Riva, que provocó su renuncia a ser reelegido
Y es que, según el comunicado, la modificación del estatuto "facultaría al grupo minoritario de empresas críticas para imponer su criterio a las más de 270 que integran a día de hoy la Asociación, quebrando con ello el modelo de consenso bajo el que se han venido operando, así como el clima de diálogo, siempre enriquecedor para todas las partes, para tratar de elegir el mejor camino para los intereses comunes de nuestro multisector".
Elecciones a la vuelta de la esquina
Ametic también señala a este grupo de compañías como las culpables de que José Manuel Riva, tras "un linchamiento mediático", renunciase a ser candidato a presidente de la patronal, cargo que ostentó hasta hace sólo unos meses. Algo que hizo que un nuevo proceso de elecciones se pusiese en marcha. Elecciones que se producirán dentro de cuatro semanas.
Desde la patronal dicen que los operadores díscolos pueden presentar a sus candidatos aunque ya no estén en Ametic, desde donde aseguran que "no van a cerrar las puertas a nadie".