Compartir ubicación es algo que casi todos hemos utilizado en mayor o menor medida para que nuestros contactos sepan dónde estamos y puedan desplazarse con su navegador para encontrarnos. Lo permite Whatsapp y lo permite Google, pero el buscador norteamericano le ha dado una vuelta de tuerca a este concepto.
A partir de ahora, tal y como publica el blog de la compañía, es posible saber dónde se encuentra en todo momento cualquier dispositivo Android y, por tanto, su usuario.
Una opción muy interesante para esas madres que preguntan eso de "hijo, cuándo llegas a cenar" cuando hemos cogido atasco o nos hemos entretenido por el camino. Vaya por delante que, para que no sepan siempre dónde nos encontramos, podemos elegir cuánto tiempo y con qué personas compartir nuestra ubicación.
En principio la función está pensada para un uso social, humano, benévolo, pero puede ser utilizada de forma más heterodoxa, más perversa. Si bien es cierto que todo el poder queda a disposición del usuario, que puede o no bloquear esta función, que levanten la mano aquellos a quienes su jefe no les haya mandado un Whatsapp fuera de su jornada laboral o les hayan solicitado la ubicación para salir a su encuentro. Los teléfonos son del dueño, pero hay ocasiones en los que terceras personas condicionan esta soberanía. Y esto, en el ámbito laboral, sucede en mayor o menor medida.
Aunque hay tantos usos perversos como imaginación tenga el usuario, ahí van un par de ejemplos.
En el trabajo
Imaginemos una empresa dedicada al transporte de mercancías. Si en muchas de estas compañías los camiones ya van geolocalizados, en el caso de que se exija la activación del nuevo servicio de Google, los que estarán ahora geolocalizados, y en tiempo real, serán los trabajadores.
De este modo, la empresa siempre sabrá dónde se encuentra el trabajador. A no ser que por "olvido", el chófer decida dejar el teléfono en el camión. Si quieres no ser espiado sin negarle a tu jefe la activación del servicio, ésta puede ser una opción (aunque luego tendrás que explicarle por qué no le contestas los Whatsapps).
Con tu pareja
"Cariño, qué tal te va en tu viaje a Londres. Anda, cielo, activa el seguimiento en tiempo real después de la cena que quiero saber que llegas bien al hotel". Si pensabas salir de copas esa noche sin decírselo a tu pareja, lo tienes difícil, aunque siempre está la opción de que alguien lo lleve por ti a la habitación del hotel. Como en el caso anterior, hecha la función, hecha la trampa.
El peligro del 'hackeo' del teléfono
Cuando se vulnera la seguridad de un móvil se puede acceder, entre otras cosas, al 'software' y al 'hardware' del mismo y activar la cámara, desactivar el Wifi y, por qué no, activar la nueva funcionalidad de seguimiento. Algo que permitirá a quien haya modificado el funcionamiento del equipo saber dónde se encuentra en todo momento el usuario.
Vistos los usos más perversos de esta nueva función, vamos a ver aquellos otros que nos harán la vida más fácil, que son más amables.
Localización de un accidente
Imaginemos que, en una carretera de montaña, tenemos un accidente en una zona inhóspita. Aquellas personas con las que hayamos decidido compartir la ubicación podrán saber en todo momento dónde nos encontramos, lo que facilitará mucho nuestra localización por parte de los servicios de emergencia.
En la montaña
Cuando salimos de excursión al monte, a caminar o en bicicleta, muchos familiares esperan inquietos nuestra vuelta porque no saben dónde nos encontramos. Basta con activar la función de seguimiento para que sepan cuándo hemos salido de la montaña y nos encontramos de vuelta a casa.
Perdidos en un concierto
Estamos en ese concierto de Bruce Springsteen pero en el momento de ir a por una cerveza hemos perdido a nuestro acompañante. Hay miles de personas a nuestro alrededor, pero si avisamos por Whatsapp a nuestro acompañante y tanto él como yo activamos esta nueva función, sólo tendremos que caminar siguiendo la pantalla del dispositivo para encontrarnos.