Netflix anunció hace 12 días que en el segundo trimestre perdió casi un millón de suscriptores. La mayor caída de su historia. Pero sus acciones subieron de inmediato. Esta reacción aparentemente contradictoria de los mercados tenía una explicación: pese a los malos resultados, la compañía con sede en Los Gatos (California) había mejorado sus previsiones. Netflix arrastra desde hace varios meses una caída de consumidores que le ha empujado a tomar este año decisiones revulsivas. No es la única compañía que ha reajustado esquemas y recortado gastos. Cada plataforma justifica sus movimientos internos alegando diferentes razones, aunque compiten en un contexto marcado por la inflación. Pese a ello, el fenómeno del streaming sigue acaparando más cuota del tiempo total de televisión en Estados Unidos.
Un estudio de Nielsen concluyó que casi la mitad de los espectadores se sentía abrumado por el amplio abanico de plataformas a elegir. El del vídeo-streaming es un mercado ultracompetitivo en el que han emergido actores muy potentes en los últimos tiempos. Disney+, HBO Max, Amazon Prime Video... La fuerte rivalidad que existe entre todos ellos, según analizó Parrot Analytics para Wired, está "golpeando a todos a la vez y devorando su participación en el mercado". La consultora arroja otro dato: en cuatro años, Netflix ha pasado de dominar más del 65% del mercado a quedarse con el 41%.
¿Y qué está haciendo exactamente la popular plataforma para corregir la situación? En primer lugar, ha recortado gastos despidiendo a cerca de 450 trabajadores, la mayoría en Estados Unidos. La compañía fundada en 1998 ha anunciado también el lanzamiento en 2023 de una versión más barata con publicidad, para lo que se ha aliado con Microsoft, y estudia cómo limitar el uso compartido de cuentas entre amigos. Estos cambios moldean el modelo clásico de suscripción al que había acostumbrado a sus consumidores. Por otro lado, ha descartado proyectos de animación y se ha propuesto lanzar menos películas, pero apostando por producciones más grandes.
Otras, como Disney+, también han movido ficha. El servicio de streaming propiedad de The Walt Disney Company planea estrenar en los próximos meses en EEUU una versión más barata con publicidad. Por su parte, el conglomerado Warner Bros. Discovery -resultado de la reciente fusión entre WarnerMedia y Discovery- ha ralentizado la expansión de HBO Max en Europa cancelando producciones, con excepción de Francia y España, si bien algunos títulos sí que han desaparecido del catálogo español. El conglomerado justifica estos movimientos como parte de una estrategia de recorte de gastos tras la fusión.
Uno de los últimos movimientos ha sido el de Amazon Prime, que subirá un 25% su cuota mensual y un 38,6% la anual a partir del 15 de septiembre. La suscripción del gigante de la logística ofrece una gran variedad de servicios, como los envíos rápidos y gratuitos, el servicio Amazon Fresh o toda su oferta de entretenimiento digital, que incluye series, películas, música, juegos y libros. En su caso, la subida de las cuotas, la primera que Amazon lleva a cabo en España en cuatro años, se debe al "incremento general y material en los niveles de gasto a causa del aumento de la inflación, que afecta a los costes específicos del servicio Prime en España y que se debe a circunstancias externas que no dependen de Amazon", explica la compañía.
Según los datos de junio de Nielsen, la categoría de streaming elevó su cuota de audiencia 1,8 puntos en Estados Unidos hasta un nuevo máximo del 33,7%, 6,3 puntos más que en junio de 2021. Algunas compañías están ajustando su oferta, sí, pero las grandes plataformas, Disney+, Amazon Prime Video, Netflix y YouTube, han ganado cuota y registrado récords de audiencia. Netflix, en concreto, cosechó un aumento del 16,3% en minutos vistos, con un punto de share ganado, Disney+ acaparó un 14,7% más y Amazon, un 11,1%.
