Al ministro de Transportes y Movilidad Urbana, Óscar Puente, se le multiplican más aún los frentes. A los reiterados problemas en trenes e infraestructuras que provocan retrasos a diario tanto como en la alta velocidad como en los de media distancia y Cercanías, hay que sumar las quejas presentadas por los usuarios, que crecen al ritmo que lo hacen las incidencias. En el caso de las respuestas a estas reclamaciones, el operador público ferroviario también suspende.
El plazo medio de la constestación de Renfe a los usuarios que presentan sus quejas formalmente era de 18,9 días en el año 2019. Un lustro después esta cifra se ha disparado hasta los 48,65 días de media, lo que supone más de dos veces el arco temporal en el que el operador ferroviario contestaba las reclamaciones hace cinco años.
Es un dato que habla por sí mismo tanto en lo referente al incremento en los problemas para los usuarios como en la dificultad de Renfe para afrontar este nuevo escenario.
Hay que apuntar, no obstante, que muchos de los problemas vienen derivados de la entrada de dos nuevos operadores, Ouigo e Iryo, en 2021 y 2022 respectivamente, tras la liberalización del sector ferroviario. La operativa de estas dos marcas supone una mayor sobrecarga en las vías, y ahí radica gran parte del problema.
A esta situación hay que sumar los problemas causados por los 30 trenes que el Gobierno compró por debajo de precio a Talgo, y que entraron en funcionamiento en primavera. Han provocado numerosos retrasos por fallos técnicos.
Se disparan un 26% las reclamaciones
Las cifras antes expuestas se han extraído de los informes de información corporativa de Renfe correspondientes a 2019 y 2023. En esos mismos documentos se publican también las cifras de reclamaciones.
En 2019 se presentaron un total de 189.214 quejas (alta velocidad, corta, media distancia y Cercanías), una cifra muy lejana de las más de 335.000 que fueron presentadas solo el año pasado, y que de seguir aumentando a ese ritmo serán duplicadas en los próximos años.
Las demoras en los servicios crecen a un ritmo parecido. Si en 2019 en el caso de la alta velocidad (AVE) los retrasos de menos de de una hora suponían un porcentaje de más del 14%, en 2023 alcanzaron casi el 26%. En la media distancia han pasado del 19,5% al 28,4%.
Piden la vuelta de las indemnizaciones
Por otra parte, el Congreso ha dado luz verde a una propuesta del PP para la vuelta de las indemnizaciones por retraso de 15 y 30 minutos, eliminadas el pasado 1 de julio por Óscar Puente. Junts, Bildu y PNV optaron por la abstención.
Se trataba de un punto incluido en una proposición no de ley con la que el Grupo Popular pide volver a los anteriores compromisos de puntualidad de Renfe. El punto ha conseguido prosperar por el voto a favor de PP, Vox, UPN, Esquerra Republicana (ERC), BNG y Podemos, mientras que Coalición Canaria, Junts, PNV y Bildu han decidido abstenerse.
También se ha aprobado el segundo punto de la Proposición no de Ley, este sin votos en contra y apoyado por el Gobierno, con el que se insta al Ejecutivo a adoptar todas las medidas necesarias para mejorar los servicios públicos ferroviarios de su competencia, actuando tanto sobre las infraestructuras como sobre los trenes, con el fin de reducir "drásticamente" las numerosas incidencias que se vienen produciendo.
El último punto de la iniciativa, que también ha prosperado por los votos a favor de PP, Vox, UPN y Podemos, exige "inmediatamente" al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que comience a gestionar "de manera real y efectiva" los servicios e infraestructuras públicas ferroviarias de su competencia en beneficio de los usuarios, que sufren "un permanente caos ferroviario por la gravedad de las incidencias y por el talante del ministro".