La hostelería madrileña se prepara para recibir un nuevo golpe en sus cuentas. Las nuevas restricciones, que entran en vigor en la noche de este viernes, afectan de forma muy directa a los bares y restaurantes, sometidos a limitaciones en temas de aforo y horarios.
En este sentido, y tras las órdenes del Ministerio de Sanidad, Madrid capital y otras nueve ciudades de la comunidad (Fuenlabrada, Parla, Alcobendas, Torrejón de Ardoz, Getafe, Alcorcón, Leganés, Móstoles y Alcalá de Henares) restringirán su movilidad para tratar de frenar la expansión del coronavirus.
Así las cosas, y aunque las medidas que se han puesto en marcha dependen de cómo ha traspuesto la propia Comunidad de Madrid las órdenes de Sanidad, la nuevas restricciones estarán centradas en la limitación de movimiento dentro de las ciudades confinadas; la reducción de aforo en los bares y restaurantes (50% en terraza y en interior), la prohibición del consumo en barra, y el cierre de estos establecimientos a las 23 horas, aunque no podrán admitir clientes a partir de las 22 horas.
Unas medidas que, en la práctica, suponen que los hosteleros pierdan los turnos de cena, y que dejan a la hostelería "en una situación insostenible", insisten fuentes de la patronal hostelera. Según sus cálculos, con las limitaciones de horario previstas y la reducción de los aforos el sector perderá una facturación de 1.131 millones de euros en el último trimestre del año.
Esta caída de ventas supone el 7% de la facturación anual del sector, explica Hostelería de Madrid, y se suma al 50% de descenso de facturación que ya acumula el sector en lo que va de año.
Piden ayuda a Ayuso
Con todo, y aunque los ERTE podrán ser finalmente prorrogados también en el sector hostelero, bares y restaurantes piden ayudas directas para evitar unos cierres que, de momento, "parecen inevitables".
En una carta enviada hace unos días por la patronal Hostelería Madrid a la presidenta de la Comunidad, a la que tuvo acceso Vozpópuli, los empresarios madrileños insisten en que es necesario "activar cuanto antes un plan de choque que evite el descalabro económico de las empresas".
En la misiva, la patronal solicita "ayudas directas de compensación" (valoradas en 1.000 euros diarios para cada uno de los establecimientos) y ayudas para hacer frente a los alquileres, cuyo pago consideran imposible en muchos casos.
Hasta el momento, en el sector se han perdido más de 40.000 empleos -lo que supone una caída del 20%-, pero las previsiones apunta a que podría perder hasta 80.000 empleos con las nuevas restricciones sobre la mesa y la previsible caída del consumo en terrazas por el mal tiempo.