Un expediente disciplinario en plena campaña electoral ha convulsionado el Ministerio de Asuntos Exteriores. Tanto UGT como CCOO han criticado duramente a la alta dirección del departamento de Josep Borrell por la apertura de un expediente de este tipo contra una delegada sindical y el primero de los sindicatos amenaza con denunciar a varios altos cargos por "persecución sindical", según supo Vozpópuli de fuentes sindicales.
UGT ha convocado una concentración para el próximo lunes a las 11:00 horas en el Palacio de Santa Cruz, la sede principal del Ministerio de Exteriores, "para dar conocimiento de tal atropello al Sr. Borrell de quien esperamos las órdenes oportunas para impedir tamaño desatino".
Este medio preguntó ayer a la Oficina de Información Diplomática (OID) por los motivos que llevaron a incoar este expediente contra una representante sindical y la respuesta fue la siguiente: "Este Ministerio no hace comentarios o proporciona información sobre la situación laboral o administrativa de sus empleados. En todo caso, el MAEC siempre ha respetado y respetará los procedimientos legales y reglamentarios establecidos en materia de gestión de personal y con los representantes legitimos de los trabajadores".
La decisión gubernativa se adoptó tras una petición de documentación por parte de la delegada sindical ante las dificultades que tenía una trabajadora minusválida recién contratada por el departamento de Borrell para trasladar documentación de una planta a otra del Ministerio. Tras ello, se convocó una reunión del Comité de Seguridad y Salud para tratar este caso, de la que salió un borrador de acta -que sólo conoce la dirección del Ministerio, según las fuentes sindicales- y que ha dado pie a la apertura de dicho expediente sancionador.
El sindicato UGT envió el pasado martes un comunicado interno a todos los trabajadores del Ministerio de Exteriores en el que se explica este caso. "Ante la manifiesta coacción que la Administración pretendió ejercer contra María (de las Heras) en una reunión del Comité de Seguridad, presentando incluso a monitoras de la trabajadora objeto de su queja con el fin de amedrentarla, a ella y al resto de delegados sindicales, y con la connivencia de algunos correveidiles del Oficial Mayor, la UGT ya manifestó su total apoyo a la delegada sindical y dejó claro que ninguna amenaza o coacción van a impedir nuestra labor en defensa de los trabajadores, denunciando el acoso, la mala práctica profesional o la simple dejadez que pueda acabar con accidentes o problemas de salud de los trabajadores".
UGT exigió la retirada "inmediata"
