Opinión

Las consecuencias del "esperpento" parlamentario: el Ibex hace el vacío a Sánchez

Más de un alto directivo verbalizaba ayer en el Ritz la misma definición que usó Alberto Núñez Feijóo en la jornada anterior, para calificar lo sucedido en el Parlamento: "Esperpento". Al glamuroso ho

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Spain Investors Day. -

Más de un alto directivo verbalizaba ayer en el Ritz la misma definición que usó Alberto Núñez Feijóo en la jornada anterior, para calificar lo sucedido en el Parlamento: "Esperpento". Al glamuroso hotel madrileño le tocó este jueves acoger no sólo el debut público del flamante ministro de Economía, Carlos Cuerpo; sino también la primera intervención de Pedro Sánchez tras el bochorno de las votaciones en el Congreso.

El primero hizo acto de presencia por la mañana, sereno, correcto y comedido, para participar en el Spain Investors Day. Su jefe clausuró el mismo evento por la tarde, con una amplia sonrisa dibujada en el rostro, como si las aguas de la política fluyeran con absoluta calma en este país. Como si, sólo un día antes, no se hubiera sometido a la humillación de su socio parlamentario (Junts), que jugó hasta el último minuto con la posibilidad de dinamitar la primera votación importante de la legislatura.

Ni el pianista incansable del Ritz era capaz de espantar en la tarde de ayer una sensación extendida entre los asistentes: el Gobierno está sujeto con alfileres. Esa provisionalidad, unida a la herida aún abierta por las críticas sufridas en la anterior legislatura, gusta poco a los inversores. Lo demuestra un hecho: apenas hubo empresarios conocidos en la enorme sala en la que 'actuaba' Sánchez.

La representación del Ibex fue mínima y tenía trampa, puesto que los pocos que arroparon al presidente están en sus puestos gracias al Gobierno socialista. En las primeras filas atendían al discurso de Sánchez Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica, Maurici Lucena; presidente de Aena; y Arturo Gonzálo Aizpiri, consejero delegado de Enagás. También acudió puntual Pedro Saura, recién aterrizado en Correos. La corporación pública no cotiza en el Ibex, pero sí da derecho a un sueldo superior a los 200.000 euros, los mismos que ha cobrado hasta hace un mes José Manuel Serrano, ex fontanero de Sánchez.

Del Ibex hubo escasas excepciones. Estaba José Bogas, consejero delegado de Endesa, quien se pasó la jornada entera en el Ritz, ya que su empresa patrocinaba el evento. También Luis Gallego, presidente de IAG -otro patrocinador-, quien participó en una mesa de debate justo antes de la clausura de Sánchez. El tercer Ibex presente era Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy. Y el cuarto, José Vicente de los Mozos, consejero delegado de Indra (controlada por la Sepi).

Ni rastro de quienes arropaban a Sánchez

Ninguna otra de las 35 compañías del Ibex decidió enviar a ningún representante de nivel a la XIV edición del Spain Investors Day. Ni rastro de los banqueros ni de otros grandes empresarios que solían acudir a estos actos al inicio de la anterior legislatura. Como Ignacio Galán (Iberdrola), Ana Botín (Santander), Carlos Torres (BBVA), José María Álvarez Pallete (Telefónica) o Josep Oliu (Sabadell).

De fuera del Ibex acudió Héctor Flórez, presidente en España de Deloitte. Era otro de los principales patrocinadores, junto a BNP Paribás, que envió al responsable de banca de inversión en España, Luis Sancho. Y poco más.

Vacío del Ibex al Gobierno de Sánchez
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante su intervención en el Ritz.EP

La tónica fue similar por la mañana, cuando acudió Carlos Cuerpo. Y eso que la organización había dispuesto una sala VIP para algunos privilegiados tuvieran la oportunidad de saludar al nuevo ministro de Economía. A parte de Flórez, Bogas y Gallego, sólo aparecieron algunos directivos, como Juan Carlos Ureta (presidente de Renta 4 Banco) o Alejandra Kindelán (presidenta de la patronal bancaria AEB).

La gran sorpresa la aportó el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, uno de los escasos directivos del Ibex que ha criticado abiertamente la ley de amnistía. Huertas optó por dar un voto de confianza a Cuerpo, cuyo ministerio regula a las aseguradoras en España. Sin embargo, prefirió no desaparecer en la clausura, protagonizada por el político que ha pactado traer de vuelta a España a Carles Puigdemont.

Para Sánchez, ni esa polémica amnistía ni lo vivido este miércoles en el Congreso, son síntomas de enfermedad. Al contrario, el líder socialista, que tuteó en todo momento a los pocos empresarios presentes, presumió de la fortaleza de las instituciones, de la seguridad jurídica y de la paz social que hay en nuestro país. "España es una de las democracias más avanzadas de Europa", aseguró. Como si el miércoles no se hubiera vivido un "esperpento" en el Congreso. Como si en este país no pasara nada.

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