Grecia no saldará este martes el vencimiento que debe abonar al Fondo Monetario Internacional (FMI) antes del 1 de julio, algo que ya se daba por hecho tras el giro de los últimos días en las negociaciones del Gobierno heleno con sus acreedores internacionales y que han confirmado el propio primer ministro, Alexis Tsipras, y su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis.
Precisamente Varoufakis, a su salida del Ministerio y preguntado sobre la posibilidad de efectuar el pago, ha contestado con un claro y escueto "no".
La adjunta del titular de Finanzas ha matizado, en declaraciones a la televisión pública ERT, que el pago todavía sería posible si Grecia obtuviese los 1.800 millones de euros de los beneficios de los bonos griegos en 2014 en manos del Banco Central Europeo (BCE), algo que no parece que esté sobre la mesa de negociación. Valavani ha insistido que para ello no haría falta un nuevo acuerdo con las instituciones -Comisión Europea, BCE, FMI- porque forma parte del programa de rescate vigente.
En términos similares se había expresado anoche Tsipras en una entrevista a ERT. "Pagaremos si hasta entonces –hoy- logramos un acuerdo sostenible", dijo Tsipras, dejando con ello claro que el desembolso no se producirá.
El Gobierno heleno informó al FMI a principios de este mes de que no le pagaría el vencimiento de 300 millones que debía abonar y que en su lugar agruparía todos los pagos de junio, que ascienden a 1.600 millones de euros, y los devolvería conjuntamente el día 30. El portavoz del FMI, Gerry Rice, rechazó la semana pasada la opción de dar más tiempo a Grecia para hacer frente a su deuda con la institución, ya que la política habitual de la institución es “que no se prorroguen los pagos”.
En este sentido, añadió que en el hipotético caso de que Grecia no pague entraría en situación de “mora” con el FMI, hecho que su directora gerente, Christine Lagarde, comunicaría con “prontitud” al Directorio Ejecutivo del Fondo pese a que tiene un mes de plazo para hacerlo. Grecia tiene hasta las 18.00 horas de Washington (23.00 GMT) para efectuar este desembolso que agrupa tres pagos de junio.
El FMI rechazó la semana pasada la opción de dar más tiempo a Grecia para hacer frente a su deuda con la institución
Tanto el presidente del Parlamento Europeo, el socialista alemán Martin Schulz, como el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, han pedido también a los griegos que voten ‘sí’ en el referéndum del 5 de julio porque “no es una votación solo sobre un programa -de rescate-, sino que es una votación para quedarse en la eurozona o no”.
Asimismo, el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, ha considerado que un impago de Grecia al FMI no tendría "grandes consecuencias". "Normalmente, Grecia debería pagar al FMI esta tarde. No sé si lo hará o no, pero no tendría grandes consecuencias", ha declarado Sapin en la cadena pública France 2.
El referéndum
El primer ministro griego hizo público ayer el texto de la pregunta que prevé formular a los ciudadanos en el referéndum del domingo, pidiéndoles que decidan si aceptan o no las demandas formuladas por los acreedores internacionales a cambio de nuevos fondo que eviten la suspensión de pago de la deuda griega.
Tsipras culpa al Eurogrupo de provocar que el BCE no amplíe los préstamos a Grecia, y así celebrar con calma el referéndum
El referéndum formula una pregunta simple: “¿Debería la propuesta que fue sometida por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo el 25 de junio de 2015, que consiste en dos partes que juntas constituyen su propuesta integral, ser aceptada?”.
Mientras tanto, se mantiene el corralito decretado en el país, con límites a la extracción de dinero en los cajeros -60 euros máximo al día-, bancos cerrados en su mayoría y con la Bolsa de Atenas también cerrada.
El miércoles más
Un día crucial para la liquidez de Grecia volverá a ser este miércoles, cuando se espera que el consejo de gobierno del BCE decida si mantiene la línea de créditos de emergencia a la banca helena. El BCE ha preservado las inyecciones de liquidez para garantizar su solvencia, pero no ha elevado el techo de créditos, de en torno a los 90.000 millones de euros, lo que tras las elevadas salidas de depósitos de las últimas semanas ha dificultado la situación de las entidades financieras.
Tsipras culpó al Eurogrupo de haber provocado la decisión del BCE de no incrementar los préstamos al no aceptar la solicitud de Grecia de ampliar la prórroga del rescate por unas semanas, con el objetivo de poder celebrar con calma el referéndum del próximo domingo. Según el primer ministro, esta decisión del BCE habría desencadenado la decisión de imponer restricciones bancarias este lunes, es decir, de implantar el corralito.