Desde la Marea Blanca, los asistentes a la manifestación de Madrid han lanzado un grito unánime para pedirle al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que baje a la calle, que hable con la gente, que escuche a los pacientes de hepatitis C y que después tome decisiones para dar solución al problema. La situación la ha resumido así el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona: “Rajoy es el peor virus que ha tenido la sanidad pública”.
A la marcha blanca por la sanidad ha asistido también el candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, quien ha preguntado al nuevo ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, de forma retórica si negaría el tratamiento en el caso de que tuviera en su familia a un enfermo de hepatitis C.
En esta ocasión, la marcha convocada por los socialistas madrileños ha contado con la reivindicación expresa de exigir tratamientos para todos los afectados por hepatitis C en España. Gómez y Carmona han llegado a calificar de inhumano el trato que los gobiernos del PP están dando a estos enfermos y han asegurado que el peor virus para la sanidad pública se llama Mariano Rajoy.
En declaraciones a los periodistas, Gómez aseguró que está “absolutamente injustificado" y es "absolutamente inhumano" lo que está haciendo el Gobierno de España con los pacientes de hepatitis C, que es una enfermedad que tiene tratamiento, pero que a los dirigentes del PP les parece “demasiado caro”, lo que le ha llevado a preguntar al Ejecutivo: “¿Cuánto vale para él la vida de una persona”.
Por su parte, Carmona ha recordado cómo desde la llegada del PP al Gobierno la situación de la sanidad pública es de “tremendo desastre”, con unos recortes que han hecho que las inversiones en sanidad hayan pasado de 60.000 millones de euros a 50.000; que se hayan perdido 30.000 trabajadores sanitarios de la sanidad pública, que la lista de espera haya pasado de 78 días a 98 días o que los enfermos de hepatitis C no tengan medicamentos.
Los asistentes a la manifestación corearon consignas, entre otras, contra la derivación de pacientes a hospitales privados. En ese punto, Gómez recordó el proceso de privatización y externalización encubierta en que sigue inmersa la sanidad madrileña y aseguró que “el cambio de gobierno que se producirá en mayo frenará todo ese proceso”, ya que “si el Partido Popular tiene como objetivo político destrozar y deteriorar todo el sistema sanitario público en Madrid, nuestro objetivo es frenarles y ocupar el gobierno en mayo para que las cosas vuelvan a su sitio”.