El hachazo a las renovables y al régimen especial no entiende de clases: lo mismo arrastra a la quiebra personal a un pequeño inversor jubilado que metió sus ahorros en un huerto solar que se lleva por delante el ebitda en España de gigantes como Acciona, Iberdrola o Abengoa o deja a los pies de los caballos a la mediana y gran industria de la cogeneración, que aporta el 20% del PIB y emplea a 200.000 personas.
El BOE oficializó este viernes la orden que fija la nueva retribución a las energías renovables, cogeneración y residuos, tras la aprobación por el Consejo de Ministros del Real Decreto 413/2014 de 6 de junio.
Los grandes perdedores, todos los sectores que reciben primas por producir energías limpias y casi no contaminantes, si bien la andanada antirrenovable del Gobierno se ha cebado especialmente con la energía fotovoltaica, la eólica y la cogeneración.
Este último sector ha saltado por fin a la arena, tras semanas agazapado ante la esperanza de que a última hora Industria suavizara sus recortes. Y lo ha hecho con ganas de guerra. El sector de la cogeneración (producción de electricidad con la energía sobrante de los procesos industriales) es vital para la recuperación económica, pues su actividad representa el 20% del PIB industrial español, genera más de 200.000 empleos directos y ejerce de palanca para equilibrar la balanza comercial. La mitad de los productos fabricados con la industria cogeneradora se exporta.
La mediana y gran industria que cogenera critica el doble lenguaje del Gobierno: apuesta por la reindustrialización de España para salir de la crisis pero a su vez ataca a esa misma industria
Pero el Ministerio de Industria y Energía no se ha andado con chiquitas con ellos. En paralelo a las proclamas de reindustrialización de España y de recuperación económica y creación de empleo lanzadas desde el Gobierno, el Departamento que dirige José Manuel Soria ha fijado un recorte del 30% en los ingresos de las plantas de cogeneración por producir energía limpia, lo que supone un impacto negativo de 934 millones de euros al año (470 millones en merma de ingresos y el resto en nuevos impuestos energéticos y ajustes de 2013), según los datos facilitados por la patronal del sector, Acogen.
Esta asociación estima que “entre un 50% y un 70% de las plantas de cogeneración podrían cesar su actividad a lo largo de este año y 2015 de no aplicarse medidas reparadoras e impulsoras de la actividad”.
Con estos mimbres, una gran parte de la industria española sufrirá una “pérdida crítica de competitividad, cuyas consecuencias estructurales se irán visualizando en los próximos meses”, denuncian desde el sector cogenerador, que critica el doble lenguaje del Gobierno: presume de reindustrializar España y, a su vez, ataca precisamente a la industria.
El ajuste de Industria agravará la pérdida de competitividad y de fuerza de trabajo de azulejeros, papeleros, ladrilleros, cooperativistas...
“Las reiteradas peticiones y manifiestos de más de una docena de sectores industriales (azulejos y baldosas cerámicas, papelera, alimentación y bebidas, ladrillos y tejas, Asociación Agraria Jóvenes-Agricultores, cooperativas agro-alimentarias, madera y el mueble, textil, curtido de pieles, maquinaria de bienes de equipo para cerámica, fritas, esmaltes y colores cerámicos y productos para la construcción) y un buen número de ayuntamientos y comunidades autónomas para que la reforma energética introdujera un tratamiento de impulso a la cogeneración que facilitara la reindustrialización del país no ha sido atendido por el Ministerio de Industria”, señala Acogen.
Y para muestra un botón: “en lo que va de 2014, la producción de la cogeneración se ha desplomado en algunos meses hasta el 40%. Esta situación se ve agravada porque además el ministerio está incumpliendo pagos a los cogeneradores, a los que sólo han abonado en el año el 45% de sus facturas, imposibilitando que puedan hacer frente a sus proveedores y empleados”, se queja la patronal.
Pero las duras críticas de Acogen pueden llegar tarde. La industria cogeneradora ha estado relativamente callada en los últimos meses, frente a la batalla que públicamente han abierto otros sectores como el fotovoltaico o el eólico contra el Gobierno.
Hasta el punto de que altos ejecutivos de la talla de Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y José Manuel Entrecanales (Acciona) se han enfrentado directamente al Gobierno y han amenazado con reducir al mínimo sus inversiones en España para llevárselas fuera.
El lamento de Javier Rodríguez, director general de Acogen, es todo un epitafio: “los números no cuadran, la industria cogeneradora no podrá revertir el desplome que sufre, lo que afectará dramáticamente al futuro de su producción, exportaciones y empleo. Esta orden consuma una grave brecha en la competitividad energética de nuestra industria. La supervivencia de muchas industrias es casi imposible con las cifras publicadas en la orden y con la lentitud e incertidumbre de los desarrollos pendientes”