La economía española creció un 0,8% en el tercer trimestre respecto al periodo anterior (abril-junio), según avanza el Instituto Nacional de Estadística (INE). Mantiene así el ritmo de trimestres anteriores.
En el segundo trimestre el Producto Interior Bruto (PIB) del país ya aumentó un 0,8%, una décima menos que en el primero (0,9%). El consenso de los economistas auguraba un crecimiento en el segundo trimestre algo inferior, del 0,5%.
Para el tercer trimestre ocurría lo mismo. Funcas, por ejemplo, estimaba que la economía crecería en el tercer trimestre un 0,7%, una décima menos de lo que finalmente ha avanzado el INE. La economía mantiene el ritmo sin ápice de desaceleración.
En términos interanuales la economía creció en el tercer trimestre un 3,4%, "el mayor en el último año y medio", destaca el Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en su valoración a raíz de los nuevos datos.
Los factores que explican el sorprendente crecimiento del PIB en los últimos periodos son fundamentalmente dos: el aumento de la población por la inmigración (que eleva el consumo y el empleo) y la pujanza del turismo.
En todo caso, si se mira la fotografía completa, desde 2019, el 60% del crecimiento del PIB acumulado en los últimos cinco años ha venido dado por el consumo público, como han alertado tanto Funcas como BBVA Research.
De hecho, en el tercer trimestre, el PIB se ha visto impulsado fundamentalmente por el consumo público (que avanzó un 2,2%) y privado (1,1%). También crecieron un 0,9% las exportaciones de bienes y servicios (tanto turísticos como no turísticos), pero la demanda externa contribuyó negativamente al haber crecido más las importaciones (1,2%).
La peor noticia del tercer trimestre es que la inversión contribuyó negativamente al crecimiento del PIB al caer un 0,9%. Es el componente de la economía más rezagado en la recuperación, apenas ha avanzado respecto al nivel previo a la pandemia.
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