La crianza de animales en altas densidades, combinado con condiciones de higiene cuestionables, puede tener consecuencias fatales. El bienestar y la salud de estos es esencial para asegurar un producto y carne de calidad, algo que pone de manifiesto y denuncia el Observatorio de Bienestar Animal (OBA) tras hacer un análisis de distintos tipos de carne vendidas en grandes supermercados. Así, el grupo descubre y denuncia la presencia de bacterias que podrían causar distintos problemas de salud.
El producto afectado es el pollo. Son varias las partes contaminadas: 'alitas de pollo partidas sin punta', 'cuarto trasero de pollo', 'pechuga de pollo', 'jamoncitos de pollo' y 'canal de pollo'. La carne fue adquirida en las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia, y tal y como afirma la organización sin ánimo de lucro -tras analizar 142 productos, 22 adquiridos en supermercados-, las consecuencias puede ir desde la ausencia de síntomas a problemas mayores.
Riesgo para mujeres embarazadas
Tras hacer los correspondientes análisis, los resultados del OBA han sido claros: 17 de las 24 muestras españolas estaban contaminadas -más del 70%-. Es un porcentaje muy superior al obtenido de los estudios realizados en la carne de Reino Unido y Alemania, con 58% y un tercio de los productos contaminados, respectivamente, -a su vez, resultados nada positivos-.
La Listeria monocytogenes es uno de los problemas más graves y que entraña mayores riesgos, y se ha encontrado casi en el 40% de las muestras. Esta puede provocar daños al feto en el caso de que una mujer embarazada consuma el producto: en los peores casos, puede llegar a producirse un aborto espontáneo. Las personas con un sistema inmunológico débil también corren un especial riesgo.
Diarrea grave, fiebre y problemas articulares
Una de las bacterias encontradas en la carne de España es la Campylobacter. El OBA ha informado de que su contagio puede causar "desde una infección asintomática, pasando por una diarrea grave con fiebre y síntomas generales de enfermedad, hasta enfermedades secundarias como inflamación de las articulaciones y signos generalizados de parálisis o síndrome de Guillain-Barrée".
La bacteria Escherichia coli se encuentra en el 83% de las muestras españolas. Además de poder provocar diarrea, también puede producir infecciones urinarias, "con la posibilidad de intoxicación sanguínea u otras enfermedades orgánicas". Además, también se pueden encontrar otros microorganismos que pueden causar infecciones crónicas de las vías urinarias.
¿En qué supermercado se vende esta carne?
El problema de la contaminación se ve agravado si los gérmenes son resistentes a los antibióticos que tratan estos problemas de salud. Frente a toda esta polémica, el supermercado se ha pronunciado y ha asegurado que sus proveedores cuentan con avales de certificación "internacionalmente reconocidos", además de hacer continuas revisiones de cada producto.
Tras los análisis y críticas del OBA, Lidl -el supermercado en cuestión- afirma que la organización tan solo quiere hacer presión con el objetivo de que pasen a formar parte del Compromiso Europeo del Pollo (ECC). El supermercado también defiende su posición con certificados de análisis en mano, y afirma que laboratorios acreditados contradicen rotundamente la información publicada por el Observatorio de Bienestar Animal. Mientras, el OBA traslada sus resultados al Ministerio de Consumo, Asuntos Sociales y Agenda 2030, además del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y solicita una investigación y la emisión de un informe público.