La casa Crhistie's sacará a subasta un lote de joyas valoradas en unos 7,6 millones de dólares, que perteneció a la rica heredera Huguette Clark, fallecida en 2011 y considerada la multimillonaria más misteriosa de Nueva York.
La casa de subastas ha indicado este martes en un comunicado que la puja se celebrará el 17 de abril. La coleccion incluye un total de 17 piezas, entre las que destaca un diamante rosa de 9 quilates extremadamente raro, cuyo precio estimado asciende a 5,3 millones de dólares. "En el mundo de la alta joyería, éste es un lote que parece sacado de un cuento de hadas", ha afirmado Rahul Kadakia, responsable de joyería de Christie's en Estados Unidos.
Kadakia ha explicado que la colección es como un "cofre del tesoro" que cuenta con piezas compradas a las casas francesas más prestigiosas del siglo XX, como Cartier, y diseños icónicos del movimiento Art Déco.
Huguette fue la hija menor del magnate del cobre William Clark, que llegó a ser el segundo hombre más rico de Estados Unidos. Abandonó la vida pública con tan sólo 24 años y se cree que su fotografía más reciente es de hace ocho décadas.
Vida de una heredera
Este particular lote tiene además valor añadido al haber pertenecido a Clark, que murió el 24 de mayo de 2011 en un hospital de Nueva York, donde se había recluido por su propia voluntad y pese a no sufrir graves problemas de salud. Esta mujer, que se codeó con la alta sociedad neoyorquina de las familias Rockefeller, Astor y Guggenheim, vivió hasta los 22 años en una mansión de 121 habitaciones, rodeada de obras de Donatello, Rubens y Degas, entre otros.
Fue entonces cuando se casó con un corredor de bolsa, matrimonio que no funcionó y llevó a Clark a encerrarse en una inmensa casa de la Quinta Avenida de Manhattan con vistas a Central Park, también llena de obras de arte. Allí vivió hasta principios de los años noventa, momento en que decidió recluirse en el hospital, rodeada de muñecas antiguas y sin apenas recibir visitas.
La melancólica vida de esta rica heredera pasó desapercibida hasta que en 2010 la cadena estadounidense MSNBC contó su historia en un documental que ponía en duda si su fortuna, valorada en más de 382 millones de euros, estaba siendo gestionada correctamente por sus abogados. La Fiscalía de Manhattan aún investiga estos hechos a petición de sus familiares, que tienen la intención de reclamar su parte de tan jugosa herencia.