La compra de libros por impulso o afición ha terminado. Así lo indican la mayoría de los libreros y dependientes de las cadenas y franquicias de librerías que solían observar hasta hace algunos meses una afluencia más concurrida de compradores en sus estanterías. ¿Qué se compraba? Pues desde bestselles hasta autoayuda. El lector promedio ahora es más cauto al momento de comprar.
La crisis económica ha obligado a cambiar sus hábitos a los lectores habituales de libros, que se han vuelto "más selectivos" y más pacientes. El libro de bolsillo ha crecido cerca de un 30% con respecto a su cuota el año pasado, producto en gran parte a que algunas editoriales especializadas en ese formato adelantan la salida de algunas obras muy demandadas.
Los precios de los libros de bolsillo suelen estar en torno a los 9 euros mientras que las ediciones en formato original (tapas duras) como mínimo doblan ese precio.
Sin embargo, la caída de ventas de libros se ha notado sobre todo a partir del primer semestre de 2011, cuando hubo una pequeña recuperación, pero luego se produjo un "descenso significativo" con una tendencia "muy negativa para este 2012".
De momento, aunque el libro digital experimenta un crecimiento (los dos primeros meses del año, el número de títulos registrados asciende a 15.935 títulos, de los que 3.089 correspondieron a eBook), todavía no llega a ser una competencia significativa para el formato en papel, todavía muy posicionado en el mercado local.