Lo suyo era envolver cosas. Desde hace más cuarenta años el artista plástico Christo y su esposa Jean Claude (fallecida en 2009) se dedicaron a lo ciclópeo y lo efímero; lo descabellado y lo hermoso. En el último día del primer mes de la primavera, Christo ha muerto a los 84 años. Es imposible enunciar su nombre sin hablar de Jean Claude. Eran la pareja perfecta, los liantes de lo bello. Y por eso toca escribir este obituario siguiendo esa lógica: en plural.
Cubrieron la costa de Little Bay, en Sidney, con 92.900 metros cuadrados de tela sintética en 1969; también el Gran Cañón, a finales de los años setenta; en los ochenta empaquetaron el Pont Neuf de París y en 1995 el edificio del Reichstag en Alemania. Pero si hay uno de sus proyectos que resulta todavía más icónico es Running Fence (1972-76), cuya traducción exacta sería algo así como "cerca corredera": una valla de 40 kilómetros de tela que el artista desplegó en Sonoma y el condado de Marin, en California. Fue su primera obra tras nacionalizarse estadounidense.
A sus 80 años, Christo lo había hecho casi todo, excepto renunciar. Hace unos años, cuando Trump amenazaba con un muro con México, el artista de origen búlgaro comunicó que abandonaba la que podría ser una de sus últimas (y más ambiciosas) intervenciones artísticas en el espacio público. Se refería al proyecto Over the river, concebido con su esposa hace ya 30 años y por el que lleva una batalla legal de cinco: casi 70 kilómetros de paneles de tela desplegados sobre el río Arkansas, uno de los principales afluentes del Mississippi y que, hasta el siglo XIX, había pertenecido a lo que hoy sería México.
Christo, que vendía obras de arte y bocetos de sus proyectos para financiarlos de manera independiente, ya había recaudado 15 de los 50 millones de dólares necesarios para la intervención. Incluso estaba en la recta final de una batalla judicial contra una Asociación de habitantes de Colorado que se resistían al proyecto, por considerar que propiciaba un daño ambiental que el propio artista se encargó de refutar con estudios al respecto.
La victoria y llegada de Donald Trump a la Casa Blanca tuvo más peso que todas las adversidades juntas que ya había superado.Gran parte del proyecto Over the river ocuparía territorio propiedad del Gobierno Federal, justamente por esa razón el artista decidió renunciar: no quería generar ningún tipo de beneficio a la administración de Trump.
Así, Christo daba carpetazo a su proyecto más ambicioso en los EE UU. “El proyecto ha dejado de ilusionarme. ¿tengo que seguir trabajando en algo que ya no quiero hacer?”, dijo. En su página de Facebook, aseguró que se volcaría ahora en The Mastaba, concebido en los Emiratos Árabes y en el que Jean Claude y él comenzaron a trabajar en 1977. No hay dónde clasificarlo. Surgió con el movimiento de Land art, pero hizo algo mucho más poderoso que eso. ¿Activista? ¿Artista? Ambas cosas, quizá.
The gates fue uno de sus proyectos más hermosos. “Es sólo una obra de arte. No es un símbolo, no tiene un mensaje. Es sólo eso, una obra de arte", dijeron él y Jean Claude. La pareja de artistas desplegaron 37 kilómetros de puertas color butano en Central Park, en Nueva York. Así es: 7.500 puertas, estructuras de acero de casi cinco metros de alto de las que se desplegaban telas de más dos metros de color. Una más de aquellas empresas pasajeras y hermosas.
Christo y Jeanne-Claude hicieron pareja sentimental y artística a finales de los años cincuenta. Ella murió el año 2009. Él le sobrevivió once años. EL mundo amanece ya huérfano de sus empresas ciclópeas, pero queda aún su recuerdo.