El ninot de Felipe VI que Santiago Sierra y Eugenio Merino exhiben en ARCO, y que, por contrato, tendrá que quemarse una vez desembolsados los 200.000 euros que cuesta, tiene ya la oferta en firme de un coleccionista español con el que los abogados de la galería y los artistas ultiman los detalles.
"Tenemos varias alternativas pero hay una que está más en firme. Ahora mismo los compradores más firmes que tenemos son españoles", ha asegurado hoy a EFE el asistente de Santiago Sierra, Luis Navarro.
Condición de quemar el ninot
Los abogados de la galería, los artistas y el comprador están "revisando" los detalles de la compra y la "condición 'mortal' de quemarla", ha precisado.
"Este coleccionista es el primero que ha llegado, pero también hay otros que están interesados en asumir la cláusula", añade sobre esta operación que aún no está "ultimada" y de la que, "probablemente", den los detalles mañana.
"Hemos hecho un dossier con las leyes que nos asisten y con un montón de ejemplos de sentencias pasadas y hechos sociales que nos dan la razón, como, por ejemplo las Fallas, en las que se queman reyes y políticos, o hechos sociales como quemar la imagen del Rey o romperla incluso dentro del Congreso", ha precisado.
El ninot de Felipe VI
El ninot de Felipe VI que Sierra y Eugenio Merino tienen en esta edición de la Feria permanece en el estand de Prometeo Gallery de la italiana Ida Pisani, una obra de 4,45 metros de alto que, de vez en cuando, es rociada con la colonia que, según la galerista, usa el Rey.
"La gente quizá no entiende que lo que hace grande esta obra es esa característica de que está hecha para ser destruida", remarca el asistente de Sierra sobre la "contraoferta" de algunos coleccionistas interesados en la pieza que proponían que fuera "indultada" y no quemada.
Polémica en ediciones pasadas
Sierra tuvo que retirar en la pasada edición de ARCO su obra 'Presos políticos de la España contemporánea' a instancias de Ifema porque consideraba que la polémica que provocaba la obra "perjudicaba" al resto de trabajos que se exhibían.
En ARCO 2012 también suscitó polémica la obra de Eugenio Merino 'Forever Franco', una escultura realista de Francisco Franco de uniforme y con gafas de sol metido en una nevera de Coca-Cola, que le costó al artista una demanda de la Fundación Francisco Franco.
En ediciones anteriores, Merino había llevado a esa feria de arte la obra 'Fidel zombi', en la que mostraba al expresidente cubano "resucitado" de entre los muertos y con 'Starway to Heaven' suscitó una protesta de la Embajada de Israel.