Desde su creación, hace 20 años, por el atril de Casa de América, ubicada en el Palacio Linares, en Madrid, han pasado figuras como Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis o Juan Gelman, entre muchas otras grandes figuras que unen la cultura iberoamericana. Su función ha sido, y continúa siendo, la de tender puentes entre ambas orillas a través de una intensa agenda cultural así como una agenda diplomática que incluye jornadas de reflexión, debates y encuentros entre representantes diplomáticos y figuras públicas.
Sin embargo, Casa de América, concebida a raíz del aniversario del V Centenario, debe de afrontar, como muchas otras instituciones culturales, el intenso programa de recortes. Se trata de un 32% menos de lo contemplado en años anteriores. En 2012 el presupuesto ha sido de 3,3 millones de euros, frente a los 4,8 millones de 2011. La mitad de los fondos dedicados al funcionamiento de Casa de América se completa con partidas del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid; la otra parte proviene de las empresas que conforman el Alto Patronato, con Telefónica a la cabeza, los beneficios de la comercialización de las salas y la cafetería del centro.
En una situación muy parecida se encuentra Casa de Amèrica Catalunya, descendiente de la Casa de América de Barcelona fundada en 1911 y heredera del Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana (ICCI), estructura su campo de actuación en cinco áreas preferentes: audiovisuales, literatura, exposiciones, espacios de debate y conferencias. Creada en el año 2005, Casa Amèrica Catalunya pretende convertirse en un puente de diálogo entre la sociedad iberoamericana y la catalana.
Su financiación proviene a partes iguales del Gobierno central, la Generalitat Catalana y el Ayuntamiento de Barcelona. En el 2012, al igual que la Casa de América de Madrid, su financiación se ha visto afectada con una caída en el presupuesto del 33%. De ese porcentaje, 70% menos corresponde a la aportación del Estado Español, 15% menos de la Generalitat Catalana y 3% del Ayuntamiento de Barcelona.
De momento, tanto Casa de América Madrid como Casa de Amèrica Catalunya han manifestado que adaptarán su programación a los recursos disponibles. En el caso de la primera, se ha visto obligada a eliminar su Festival Vivamérica, que desplegaba una amplia programación cultural durante una semana de encuentros entre intelectuales de la comunidad iberoamericana que culminaba con una gran cabalgata festiva por las calles de Madrid. Asimismo, se espera el aumento de iniciativas como exposición Roger Casement en Iberoamérica, inaugurada el pasado 10 de octubre, basada en el protagonista de El viaje del celta de Mario Vargas Llosa, se ha organizado en colaboración con la embajada de Irlanda y la secretaría de Estado para Iberoamérica.