Azúcar reposada durante años hasta convertirse en aguardiente. Esperar a que el tiempo haga lo que debe. Es, a su manera, lo más parecido a lo que la literatura hace con la vida: añejarla para que podamos bebérnosla, incluso soportarla.
Quizás sea por ese motivo que este ron es doblemente literario. Tan sólo con el nombre el lector sabrá por qué en este caso hay doble ración libresca. Se trata del Ron Maestro Gabo Reserva Especial, un bebedizo realmente original creado por la Fábrica de Licores de Antioquia, cuyo equipo ha trabajado durante seis meses para producir un ron único que reúna, de la misma forma en que lo consiguen los libros de Gabriel García Márquez, la potencia del Caribe que se refleja el autor de Cien años de soledad en sus páginas.
Envasado en una magnífica botella color ámbar con mariposas amarillas y el perfil de García Márquez en la vitola, el Ron Maestro Gabo Reserva Especial mezcla siembras de 30, 17 y 12 años. El resultado final, dicen sus responsables, es un alcohol color caoba, con sabores dulces a fruta y vainilla, así como sensaciones de especias y tabaco.
Una historia para repetir
A finales de 2012 salió al mercado el Ron Maestro Botero Reserva Especial. Un producto creado por la Gobernación de Antioquia y la Fábrica de Licores de Antioquia como homenaje d Fernando Botero, pintor y escultor conocido en todo el mundo por su pintura y su escultura. Está previsto que el 40% de las ganancias del Ron Maestro Gabo, sean aportadas a la Fundación Gabriel García Márquez para el nuevo periodismo iberoamericano (FNPI).
“El proyecto Ron Maestro Gabo ha sido muy bien recibido por García Márquez, no solo por la magnitud de la propuesta, sino porque la Fundación recibirá cerca de mil millones de pesos que serán invertidos en su fortalecimiento institucional y financiero, para así posibilitar los procesos que se adelantan con los periodistas en sus programas de capacitación y educación”, ha dicho esta semana Jaime Abello Banfi, Director de FNPI.
