La 62 edición del Festival de San Sebastián abordará sin complejos el terrorismo de ETA, combinando la visión dramática de Lasa y Zabala, de Pablo Malo, con la comedia Negociador, del guipuzcoano Borja Cobeaga, en boca de todos tras su guión para Ocho apellidos vascos. Ambas películas atraen la atención de los seguidores del encuentro cinematográfico, que se realizará en septiembre.
Aunque el tema vasco ya ha sido argumento de muchas películas en el pasado, asomarse a un momento histórico en una película siempre produce vértigo, como explica uno de los protagonistas de Lasa y Zabala, Unax Ugalde, que interpreta, al personaje del abogado Iñigo Iruin. "Es una película compleja, sabíamos que trabajábamos con material sensible; hay asesinados, torturados y secuestrados de por medio; hay sumarios y una condena firme, en fin (...) sabíamos que podíamos herir muchas sensibilidades, pero lo hemos hecho con el más absoluto respeto", ha declarado el actor, que acudió a la Academia del Cine en Madrid donde se presentó la programación española del Zinemaldia.
Sin embargo, si hay una apuesta arriesgada esa es Negociador, tercera cinta de Cobeaga, que cuenta desde el humor una versión particular de las negociaciones de paz entre el Gobierno y la banda terrorista ETA. Protagonizada por Ramón Barea, Josean Bengoetxea y Carlos Areces, que encarnarán personajes inspirados en el presidente del PSE Joseba Eguiguren y los etarras Josu Ternera y Francisco Javier López Peña, alias Thierry, la película, según explica Cobeaga en las notas de producción de la cinta, tiene "una base real, pero el argumento y los personajes son una completa invención".
El director recalca que "no hay aspiraciones a hacer una crónica realista de las negociaciones entre el gobierno español y ETA, sino un relato ficcionado sobre un acto supuestamente solemne y grave, pero repleto de pequeños detalles que convierten el acontecimiento en algo muy de andar por casa". Para Josemari Goenaga, que junto con Jon Garaño ha conseguido el hito de meter por primera vez una película en euskera en la competición oficial de San Sebastián, Loreak (Flores)", "es bastante positivo que se empiece a tratar un tema como éste desde distintas perspectivas y de distintas formas de acercarse a ello".
Los donostiarras, autores de 80 egunean ("En 80 días", 2010), han explicado que Loreak ("Flores") es una película "de suspense, con muchos giros pequeños, que tiene como elemento central esas flores misteriosas en las que cada uno vuelca sus sentimientos, espectativas y anhelos", ha dicho Goenaga.A pesar de estar rodada en Euskadi y en euskera y que "se colarán necesariamente cosas" que ni uno mismo es capaz de calibrar, los directores creen que este segundo largometraje es "menos vasco, la cinta es más urbana y cuenta una historia universal".
Un buen momento para el cine vasco, que también presentará en el Velódromo Dixie eta matxinada zonbia (Dixie y la rebelión zombie), una película de animación de Ricardo Ramón y Beñat Beitia, segunda parte de Papá, soy una zombie. También, Roberto Castón ("Ander", 2009) -nacido en A Coruña y afincado en Bilbao- competirá en Nuevos directores con otra cinta vasca, Los tontos y los estúpidos, un drama de autor sobre el proceso creativo del cine que protagoniza Roberto Álamo. Y en Zabaltegi también se proyectarán tres cortometrajes vascos: Hubert le blonen azken hegaldia ("El último vuelo de Hubert Le Blon"), de Koldo Almandoz; Soroa ("El campo"), de Asier Altuna Iza, y "Zarautzen Erosi Zuen", de Aitor Arregi