125 cartas, desde Isabel II hasta Jack el destripador. Porque, sí, existe y está incluida en este libro. Se trata una nota dirigida a Mr. Lusk, presidente del Comité de Vigilancia de Whitechapel, el barrio londinense escenario de sus asesinatos. La singular epístola iba acompañado del riñón de una de sus víctimas.Se trata de Cartas memorables, un libro compilado por el bloguero británico Shaun Usher, editado por Salamandra, que llega a las librerías españolas después de convertirse en un superventas en países como Reino Unido o Estados Unidos.
Convencido de que este libro es una forma de rescatar aquella modalidad de comunicación entre las personas, recoge todo tipo de cartas. Muestra una de 1960, escrita de puño y letra por la Isabel II y con membrete de su "hogar", el palacio de Buckingham. En ella le envía al entonces presidente de los Estados Unidos, Eisenhower, "su" receta de los bollitos (scones) que ella misma hornea para la hora del té, y que el mandatario probó en una visita al castillo de Balmoral.
En otra carta, también manuscrita, la reina de Escocia, María Estuardo, comunica a su cuñado Enrique III de Francia que va a ser ejecutada, aunque entre las más desgarradoras está la que la escritora Virginia Woolf envió a su esposo, Leonard, poco antes de quitarse la vida. "Ya no puedo luchar más", le dice. Hay cartas de Groucho Marx a Woody Allen -"por el amor de Dios, no tengas ya más éxitos: me pone de los nervios", le escribe el primero al segundo- y otra firmada por el único sobrino de Hitler, Patrick, en la que le pide al presidente Roosevelt que le permita enrolarse en el Ejército estadounidense para luchar contra su sanguinario tío.
Roosevelt, su "buen amigo", es el destinatario de otra misiva, escrita en un inglés un tanto chapucero por un casi adolescente Fidel Castro, mientras que otro presidente estadounidense, Eisenhower, es requerido por un grupo de fans para que, "¡por favor, por favor!", Elvis Presley no pierda ni patillas ni tupé. "Nos moriremos si se las afeitan", firman Linda, Sherry y Michie. Cartas de amor y desamor, sobrecogedoras, irónicas, emocionantes o inteligentes,...o suplicantes, como la que en 1939 Gandhi envió a Hitler pidiéndole que evite la guerra "por el bien de la Humanidad".