Esto ha sido un naufragio, en toda regla. No sólo Jaime Botín ha visto hacer agua su intento de llevar a Suiza el lienzo Cabeza de una mujer joven, un cuadro valorado en 26, 2 millones de euros, sino que además está en peligro de perderlo por desacatar la medida de prohibición dictada por la Audiencia Nacional en mayo de 2015 de sacar el lienzo de España.- "La Ley de Patrimonio lo dice muy claro: esa obra es inexportable. No hay nada qué hacer, lo han pillado, y punto. Sin autorización no puede”, explica telefónicamente un abogado especializado en temas de comercio de arte, para quien el asunto no tiene vuelta de hoja: hay indicios más que suficientes que señalan que Botín habría incurrido en un posible delito de contrabando. Es decir: además de las sanciones establecidas, perdería propiedad de la obra a favor de la administración del Estado.
Todo esto ocurre, además, en el 2015: el año de Oro. El 12 de mayo, unos días después de que se hiciera público el dictamen de la Audiencia Nacional, fechada en mayo de 2015, que "confirmaba que el lienzo de Jaime Botín se trataba de un Bien de Interés Cultural que en ningún caso podía salir de España", el lienzo Las mujeres de Argel (1955), también de Pablo Picasso, alcanzó en Nueva York el récord mundial de la pintura más cara vendida en una subasta. Tras once minutos de puja, ésta fue vendida por 160 millones de euros en una histórica velada en la casa Christie's, la misma por cierto, cuya filial ibérica solicitó en 2012 mediante petición a la Secretaría de Estado de Cultura a nombre de Jaime Botín la autorización del traslado de Cabeza de una mujer joven a Londres para su venta.
Fue entonces cuando, unos pocos días después, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español denegó el permiso, argumentando que no existía "una obra semejante en territorio español" y que se trata de una de las pocas pinturas de una etapa en la que Picasso "se ve claramente influenciado por la plástica del arte ibérico" y en la que su trabajo influyó "decisivamente, no sólo en el cubismo sino también en la evolución posterior de la pintura del siglo XX". Ese dictamen llevó al entonces el director general de Bellas Artes, Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas a dictar una resolución el 19 de diciembre de 2012 en la que denegaba "el permiso de exportación definitiva" del cuadro.
De vuelta al 2015, al segundo intento de Jaime Botín de mover el lienzo y a las consecuencias que esto puede traerle, toca decir que –al menos económicamente- más nefastas no pueden ser. Eso, de llegar a concretarse lo que establece la Ley: una vez que la obra sea trasladada de manos de las autoridades francesas a las españolas, y de declararse un delito de tráfico ilegal y contrabando, Jaime Botín podrá perder el lienzo. Y lo hará justo en el año en que la obra de Picasso sube como la espuma.
Tras el récord de subasta mencionado anteriormente –ese mismo cuadro, la última vez fue vendido por 32 millones de euros, es decir quintuplicó su valor-, la obra del malagueño no ha hecho más que revalorizarse. En la edición de 2014 de The European Fine Art Fair (TEfAF), fue justamente una pieza de Picasso de las más valoradas: Les Dormeurs, vendida por 25 millones de euros. En la edición de este año, en la galería Dickinson, se exhibieron varias pinturas del artista español, cuyo precio oscilaba entre los 1,8 millones a los 5,7 millones de euros.
La UCO, desde mayo
Cuando los funcionarios de la policía francesa subieron a bordo del Adix –un yate réplica de un barco de época de 64 metros de eslora, con bandera británica, atracado frente a la ciudad de Calvi en el norte de Córcega-, sabían exactamente lo que estaban buscando: un Picasso de 26 millones de euros perteneciente a un magnate de la banca española. El lienzo tenía una medida de prohibición de exportación de España y la obra, a pesar de eso, iba rumbo a Suiza para su venta. Los registros muestran que el Adix había permanecido amarrado con anterioridad en el Real Club Náutico de Valencia hasta el mes de junio. Antes de llegar a la costa de Córcega el 10 de julio, pasó antes por Menorca. De momento, se encuentra en Anse de Chevanu en el sur de Córcega.
La Guardia Civil, y en concreto su Unidad Central Operativa (UCO) llevaba detrás de la pista del cuadro desde mayo. Considerando que –según la información facilitada por las Estadísticas del Comercio Exterior Español- , la exportación de objetos de arte por vía marítima –ya sean pinturas, esculturas o antigüedades- no ha sobrepasado el centenar de piezas en lo que va de 2015, pues el aviso estaba más que en marcha.
Aun y a pesar de eso, Jaime Botín, hermano menor del fallecido banquero Emilio Botín, decidió intentarlo otra vez apenas unos días después de que la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional confirmara las resoluciones del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, por las que se declaraba “inexportable” esta obra del pintor malagueño, valorada en 26,2 millones de euros, y adquirida por Jaime Botín en 1977, procedente de la Marlborough Fine Art de Londres. Fue entonces cuando el lienzo fue retenido y confiscado.
De momento, las autoridades francesas esperan indicaciones de las españolas sobre qué hacer con la pintura. En el caso de que se considere que el intento de exportación es un caso de tráfico ilícito de bienes, el cuadro del pintor malagueño pasaría a ser propiedad del Estado, tal y como establece la Ley de Patrimonio Histórico Español, sin contemplación ni compensación económica alguna.
Gólsol no está en el extranjero, está en Lérica, pero el cuadro es británico ...
Los abogados de Jaime Botín han asegurado a los medios que la obra Cabeza de mujer joven "no está declarada como bien perteneciente al Patrimonio Histórico Español" e incluso se preguntan “¿por qué el Estado no ha mostrado la menor intención de ejercer el derecho de tanteo y retracto que -según la tesis de Cultura- tendría la obra al tratarse de un bien declarado inexportable?". "¿Pretenden una incautación gratuita?", cuestionan.
Sobre el estatus de la obra, asegura que el cuadro "fue pintado en el extranjero” -en realidad fue pintado en Gósol, en la provincia de Lérida, en Cataluña, España- que se “compró en el extranjero” y que “allí ha tenido siempre su domicilio permanente (…), asegura la defensa. "Por lo tanto, el cuadro no ha podido ser exportado ni lícita ni ilícitamente". Asimismo, defienden los abogados de Jaime Botín que el lienzo tiene nacionalidad británica al encontrarse "permanentemente a bordo de un barco de nacionalidad británica, que es territorio extranjero a todos los efectos incluso cuando toca puertos españoles".
Los portavoces oficiales del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, institución de la que forma parte la dirección general de Bellas Artes, Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, que a su vez acoge a la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, han sido muy claros: de momento, ha de ser la UCO la que lleve las riendas del caso.