Bastante cargado está ya el ambiente en Oviedo con el anuncio de una concentración de protesta prevista a las puertas del Teatro Campoamor en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias el viernes. Sin embargo, eso no le ha quitado al escritor Antonio Muñoz Molina –Príncipe de Asturias de las Letras de este año- las ganas de atizar, todavía más, un ambiente cultural que necesita, hoy más que nunca, sacudones de descontento. Y así lo hizo ante la prensa en Oviedo. ¿Uno de sus reclamos más contundentes? La educación.
Para el novelista, “de acuerdo con cualquier criterio que usemos, nuestra educación es desastrosa” y “no podemos tener un modelo productivo distinto si no tenemos un modelo educativo sólido”, dijo ante los medios. El escritor criticó también las propuestas del Gobierno en la materia, refiriéndose a ellas como “una comedia vista una y otra vez”. La solución, ha dicho, “es preguntar a los que están en la obra, a los docentes, y fijarse en los países en los que la educación funciona mejor; ser pragmáticos y dejarse de ideologías”.
Las palabras del Premio Príncipe de Asturias de las Letras surgen en medio de la polémica por la Ley de Educación impulsada por José Ignacio Wert, a quien –de refilón- asestó una irónica afirmación. "La educación no está para españolizar, sino para que la gente desarrolle sus mejores capacidades en condiciones de igualdad", dijo.
En el mundo de las letras, ha asegurado que se viven "varios infortunios juntos" como consecuencia de una crisis económica general que afecta a todo el mundo, el tránsito del mundo analógico al digital "que es muy complicado", la piratería y la existencia de unos poderes públicos que no apuestan por la cultura.
En contraposición, ha destacado cómo en Francia se cuida la cultura, no por razones sentimentales, sino porque da empleo directo a 1,2 millones de personas, mientras que en España no se promociona."Me gustaría preguntar a los que mandan aquí cuál es su idea del porvenir", ha afirmado un Muñoz Molina, que había iniciado su rueda de prensa señalando que le gustaría hablar de literatura, pero que se vio atrapado por preguntas de actualidad.