Las tres cosas más estresantes que pueden pasarte en la vida son: la muerte de un familiar cercano, una mudanza y una ruptura amorosa. Esta última es sobre la que Daniel Remón reflexiona en su libro 'Ciencia Ficción' (Seix Barral). El guionista y escritor indaga sobre las consecuencias de las ausencias y los mitos del amor romántico. Esta historia de (des)amor nos hace reflexionar sobre si las relaciones tienen que durar para siempre o si el amor se transforma y, en ocasiones, se convierte en otra cosa.

En Vozpópuli hablamos con el autor sobre el tabú de las rupturas y la complejidad del amor.

El mito del amor romántico

'Ciencia Ficción' cuenta la historia entre Jimena que tiene treinta años y estudia en una escuela de cine y el narrador de la historia, del que no sabemos el nombre, y es su profesor. La novela nos sumerge en los recuerdos y las vivencias de sus siete años de relación. ¿Es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida? ¿No existe nadie mejor ahí fuera? ¿Por qué asumimos que una relación fracasa si no dura para siempre? Estas son algunas de las preguntas que el narrador intenta responder.

Otro de los temas recurrentes en la novela es el duelo. Remón perdió a su madre cuando tenía 7 años y cuando tenía 23 falleció su padre. Sus muertes inspiraron su debut literario 'Literatura', y en esta segunda novela vuelve a reaparecer el tema de la pérdida. "El narrador está recordando todo lo que sucedió con esa pareja y durante ese proceso fue apareciendo, de forma natural, la idea del duelo. Al final es un proceso parecido. Cuando tú rompes con alguien hay un vacío. Una ruptura no deja de ser un duelo", explica el escritor.

El propio Remón describe su libro como un relato sobre las ausencias, esos vacíos que quedan cuando alguien desaparece de tu vida. "Quería relatar lo que hacemos con esos agujeros que quedan cuando alguien desaparece de tu vida. Pero también los agujeros que generamos en los demás y lo que ellos hacen cuando nosotros desaparecemos", comenta el dramaturgo.

Las rupturas siguen teniendo algo de tabú en la sociedad. Cuando una relación acaba asumimos que ha sido un fracaso amoroso. Sin embargo, Remón quería mostrar otro punto de vista: "Lo que tiene de doloroso a veces también lo puede tener de liberador. Cuando tú rompes con alguien hay algo que se abre y también algo que se cierra. Entonces creo que esa contradicción es interesante".

Remón no quería hacer un alegato de las relaciones líquidas, pero la realidad es que cada vez las relaciones son más efímeras. "Todo este modelo del amor romántico de para toda la vida está agotado, no funciona. Nos colocan a nosotros mismos en una situación de presión de que esto tiene que ser para siempre", explica el autor.

El poder del cine

Remón tiene una relación muy estrecha con el cine desde que era pequeño. Antes que escritor fue guionista y aún, a día de hoy, intenta que ambas personalidades hagan las paces en su interior. Ganó el Goya a Mejor Guión Adaptado junto a su hermano, el cineasta Pablo Remón, por 'Intemperie' la novela de Jesús Carrasco.

Este amor por el séptimo arte está muy presente durante toda la novela. Es el eje que atraviesa toda la historia, como si se tratara de un personaje más. En el fondo parte de nosotros es el resultado de todas las películas que hemos visto y que de alguna manera nos han marcado. En el en el libro se habla de 'Ordett' (La palabra) de Carl Theodor Dreyer (1955): "Es una película que el narrador ve y que yo vi siendo muy joven y no la entendí . Las cosas que más nos impactan en la infancia son las que no entendemos", asegura el escritor.

Además, la novela está dividida en seis capítulos que exploran diferentes géneros cinematográficos, desde la comedia romántica hasta la ciencia ficción. "Cuando recordamos una historia de la que ha pasado mucho tiempo todo nos parece un poco irreal, como si fuera un sueño. Hay un momento en el que ya no sabes muy bien quién eras en ese momento. Al final hay algo de ciencia ficción", de ahí el nombre de la novela.

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