El vocalista del grupo de pop-rock Maná, uno de los más populares en nuestro idioma, concedió este mes una entrevista a El Mundo cuyo titular era el siguiente: “El reguetón cae en la vulgaridad: hace falta un poco de ingenio para hacer algo mejor”, sentenció Fher Olvera. En el texto de la charla amplió su posición: “Creo que no están poniendo muchas ganas a las letras. Algunas son demasiado violentas y a mí realmente no me gustan. Pocos ritmos del reguetón me gustan, y la mayoría de sus cantantes, no todos, tienen poco talento. Igual es que ya me estoy haciendo viejo...". El rockero sacó el asunto al confesar que su hijo, Dalí Olvera, le estaba insistiendo en una colaboración con Bad Bunny para modernizarse. Por supuesto, las hordas de antireguetoneros (el colectivo más amargado del planeta pop) estuvieron días compartiendo el enlace en las redes sociales.
Poco después de esto, una de las estrellas del género urbano, el estadounidense-dominicano Arcángel, ponía también en duda la potencia artística del género: “Yo no soy quién para faltarle el respeto a ningún género musical: yo canto reguetón, uno de los géneros musicalmente más pobres que existen en la historia de la música. Todo es sintético: la música de verdad se toca. Si hablas y te mueves bien o te vistes cabrón, tienes comida en el reguetón”, compartía en su Instagram.
"Ni Elvis, ni los Jackson 5, ni James Brown, ni el perreo le han parecido bien en su época a ningún periodista ni intelectual hasta que han pasado 40 años", explica Víctor Coyote
A pesar de que suena muy rotundo, y que volvió a compartirse masivamente en redes, se trata del mismo argumento con el que se descalificó en su día al rock de la era de Elvis Presley, los estribillos de los Beatles, los sintetizados sonidos de la música disco, los samplers del hip-hop o la impericia militante de los guitarristas punk. Estilos electrónicos como el techno también son de una extrema sencillez, también se puede decir que “no se tocan”, pero es precisamente ese minimalismo feroz el que obliga a que cada ingrediente que se usa tenga que ser perfecto para funcionar. Si tan sencillo es todo, ¿por qué Arcángel no ha logrado salir nunca de la segunda fila de estrellas reguetoneras? Sencillamente porque Bad Bunny, Anuel AA y Myke Towers son infinitamente mejores artistas que él.
Reguetón o barbarie
En nuestro país, mientras hacía promoción en verano, Loquillo atacó el reguetón con argumentos propios de la mentalidad colonial. “Yo no soy como otros artistas que ponen a parir la música actual, pero el reguetón no forma parte de mi cultura, yo soy europeo, no soy latino". El veterano rockero afirmó venir "de un mundo distinto, ni mejor ni peor", aunque enseguida se le vio el plumero. "Yo veía Eurovisión cuando Europa era Europa, ahora se tendría que llamar festival de la canción general”, lamentaba. Al final regó su explicación con una serie de ejemplos concretos: “Yo soy europeo, no soy latino. He crecido con el cine de Antonioni, de Truffaut, de Godard, el 'free cinema' inglés, el cine de Saura, por poner una serie de ejemplos. Y me he criado con la música francesa, la música italiana, el pop inglés, el pop español… Esa es mi cultura", completaba.
Por supuesto, hay muchas pegas que poner al discurso del rockero catalán, pero casi todas quedaron respondidas en una entrevista reciente de Víctor Aparicio Abundancia, músico, artista, dibujante y diseñador, que siempre ha defendido un discurso muy distinto. ¿Cómo se enganchó el exlíder de Los Coyotes a la música latina? , le preguntan en El Diario de Mallorca. “Como la pólvora, la música latina ya estaba inventada. Quien diga que la música latina no forma parte de nuestra cultura, miente. Cuando Los Lobos vinieron a Madrid, hace muchísimo, toda la gente se sabía "Volver, volver" cuando la tocaron. A pesar de que a alguno le diera vergüenza. Canciones como "Se va el caimán", "Caminito", "La flor de la canela", "Ojalá que llueva café" y "La Gasolina" forman parte de nuestra cultura. Además las entendemos, lo que las hace más cercanas”, explicó en clara referencia a Loquillo.
También respondió a la cuestión de por qué la prensa musical española detesta al reguetón. “Hay cosas pegadas al pueblo que la gente que se considera culta odia. En la música de baile siempre ha sido así. Ni Elvis, ni los Jackson 5, ni James Brown, ni el perreo le han parecido bien en su época a ningún periodista ni intelectual hasta que han pasado 40 años. Ellos suelen preferir tontunas tipo: You can leave your hat on (Joe Cocker)”. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Posdata: Mientras edito este artículo, aparece por la pantalla de la televisión un programa musical de Movistar+ donde Rozalén y Tanxugueiras explican que les gustan los ritmos de reguetón pero que habría que borrar todas las letras. Se ve que no aprendieron nada del chanelazo antielitista que dejó en ridículo a los detractores del perreo. Máxima pereza.
gwy
No es ningún secreto que la música comercial se basa en algoritmos que buscan que el sonido, sobre todo el ritmo, "medio guste" al mayor número de gente posible, antes que arriesgarse a encantar a un público más reducido. Realmente hay muy poco talento, porque no es lo que se vende; se vende mediocridad, consciente y deliberadamente.
marqueslinchado
La tal es carne de Pam. Y la UDC otra universidad a cerrar.
MaxRusell
No es 28 de diciembre, por lo tanto no puede ser una broma. Y ya sé que no lo es. Este periodista lleva tiempo glosando las virtudes del reguetón siempre con el argumento de que los beatles y similares fueron incomprendidos en su tiempo. Por esa regla de tres cualquier actividad rechazada por un suficiente número de personas debe ser admitida como fantástica. En fin, evidentemente en materia de gustos """"artísticos""""" no cabe establecer cánones. Un concierto de eruptos o ventosidades en do menor puede tener su público, nada que decir. Pero, cuando se trata de analizar con ún mínimo rigor la objetiva calidad de algo que se denomina musica entramos, prácticamente, en el terreno de lo científico, porque la música, naturalmente, tiene una estructura quasimatemática que se puede analizar y evaluar. De nuevo, naturalmente, la música popular no sabe de nada de eso y está bien. Pero, existe un cierto deber moral de los que se dirigen al gran público para analizar con honestidad y conocimiento. Y, claro, salvo para los absolutamente incompetentes musicalmente hablando Bad Bunny y compañía no hacen música, no son artistas y el total mensaje que ofrecen es de 5ª regional. Y la maravillosa zambonba o la agradecida botella de anís no pueden considerarse instrumentos musicales ni se puede hacer música de verdad con ellos. Y las chorradas que canta Bad Bunny no pueden considerarse nada más que rebuznos contemporáneos. Nos destruiremos solos.
XaviLopez
Por favor… Podemos insistir que una asquerosa hamburguesa del McDonalds es una delicia que consume “el pueblo”, pero no dejará de ser una basura… que encima se comparé esa repugnante hamburguesa con filetes de ternera blanca y se diga que tambien hay quien críticó en su dia algunos manjares deliciosos aun lo hace más absurdo. No es el nivel de crítica lo que convierte una cosa en basura, igual que su consumo masivo lo convierte en maravilla. El regaetton es un simbolo de la decadencia de la cultural occidental y de occidente, donde lo que importa es crear algo que valga poco, se replique rápido y fácil, se consuma mucho y te haga rico. Da igual que lo que la gente consuma sea basura, no se contempla el plano artístico y de belleza artística de la obra. Es un reflejo del nulo nivel de exigencia de la sociedad actual, que ha perdido los referentes a los que comparar para saber si hay algo mejor. Música de usar y tirar, como el papel higiénico.