Este sábado 15 de octubre se entrega el premio Planeta, el segundo galardón literario mejor pagado del mundo, solo por detrás del ‘Million’s Poet’ de Abu Dhabi. La LXXI edición del Premio Planeta ha recibido 846 obras originales, un récord de participación en la historia del galardón.
Durante la última edición se desveló uno de los secretos mejor guardados de la literatura actual, cuando el jurado otorgó el premio a ‘Carmen Mola’, y se descubrió que tras el seudónimo femenino se ocultaban los escritores Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero.
En sus setenta años de historia, la lista de ganadores acoge a varios premios Nobel y un puñado de autores superventas. Estas son las cinco novelas ganadoras del premio Planeta que todo el mundo debería leer alguna vez en su vida.
Lituma en los Andes
Posiblemente la mejor novela de la lista. Escrita por un ya consagrado Mario Vargas Llosa, Lituma en los Andes fue el premio Planeta de 1993. El relato se enmarca en las montañas de los Andes del Perú natal del escritor, durante la actividad de los guerrilleros maoístas de Sendero Luminoso. El cabo Lituma y su ayudante Tomás tienen que investigar una serie de secuestros y asesinatos en una pequeña comunidad minera andina.
Vargas Llosa envuelve la investigación en una nube de realismo mágico en el que las sangrientas actividades del Sendero se confunden con personajes de la mitología andina como los pishtacos.
Los mares del sur
La Barcelona de la Transición, la de alta burguesía, de los ricos snobs que compran cuadros y que se enganchan a las drogas; y también la del chabolismo de calles sin asfaltar y de humildes bares que huelen a carajillo, son el marco de Los mares del sur, Manuel Vázquez Montalbán.
En la obra más conocida de la serie de Pepe Carvalho, el investigador debe investigar el asesinato y último año de vida en Carlos Stuart Pedrell, un rico empresario acuchillado en un barrio de extrarradio, obsesionado con emular a Gauguin en un viaje por el Pacífico
El cambio político atraviesa todo el relato como muestra este pasaje: “Dos travestis madrugadores se paseaban disfrazados de Eugenia de Montijo, la española que fue más que reina. La reconstrucción de Catalunya pasa por la democratización de los ayuntamientos, declaraba o declamaba un líder con barbita desde la portada de una revista. En ningún programa electoral se prometía derribar lo que el franquismo había construido. Es el primer cambio político que respeta las ruinas. Cada siglo construye sus ruinas y todo nuestro cupo de ruinas las ha construido el franquismo. Tienes músculos pequeños para derribar tanta ruina. Tendría que ser un milagro nocturno. Al amanecer la ciudad se descubriría limpia de la corrupción, dichosamente mellada, con los arrabales convertidos en una venturosa escombrera y los ciudadanos iniciando la reconstrucción sobre los derribos”.
Terra Alta
Cuarenta galardones después, otra investigación policial volvió a retratar el estado anímico de la Cataluña del procés. Javier Cercas, que se confesó muy afectado por la deriva inconstitucional y antidemocrática del proceso independentista, situó su novela en la comarca de la Terra Alta.
El protagonista de este thriller policiaco es Melchor Marín un mosso d’esquadra, que tras haber abatido a cuatro yihadistas en los atentados de Cambrils, es enviado a esta apartada comarca en la que nunca pasa nada. Sin embargo, allí tendrá que investigar el brutal asesinato de los propietarios de la mayor empresa de la zona.
Manuscrito carmesí
Entre las múltiples novelas policiacas también se cuelan algunas históricas como El manuscrito carmesí, que le dio el premio a Antonio Gala. Su protagonista Boabdil, último rey nazarí de Granada, repasa su vida desde su feliz infancia en palacio hasta la decadencia y destrucción que le tocó vivir con el final de la Reconquista y la pérdida de su reinado a manos de los Reyes Católicos.
Gala muestra en su obra comprensión por el último rey moro y el lado oscuro de la conquista castellana: “Me di cuenta de que en 1492 pasaron cosas muy amargas. Por ejemplo, en ese año se habló por primera vez de la unidad de España y esa unidad se hizo a través de la religión. Hubo quien padeció esa religión y uno de ellos fue Boabdil, el último rey moro de Granada”, señaló el escritor.
Riña de gatos. Madrid, 1936
Otro de los superventas de la lista viajó hasta los meses previos del estallido de la Guerra Civil. La tensión política agita un convulso Madrid al que llega Anthony Whitelands, un inglés especialista en la pintura de Velázquez que tiene como misión tasar una pintura de un aristócrata amigo de José Antonio Primo de Rivera.
El inglés, ajeno a la política española, se ve en el ojo del huracán de una trama política con la participación del espionaje internacional. Los dueños del supuesto Velázquez pretenden venderlo para financiar la compra de armas para dar un golpe contra la Segunda República.
