Cultura

El Centro Niemeyer tiene un agujero de 1,6 millones de euros en deudas

En su segunda reunión de patronato, el centro cultural se vio obligado a declararse en concurso de acreedores. La gestión de su ex director, Natalio Grueso, divide a los patronos, para unos ha sido un mal administrador, para otros una víctima de las circunstancias.

La llegada de la consejera de Cultura Ana González al patronato de la Fundación Niemeyer ha traído cambios a una institución a la que llega el orden y el control interno tras un largo  periodo de inestabilidad. De momento, lo primero que ha hecho el patronato ha sido declararse en concurso de acreedores debido a las deudas de 1,6 millones de euros que enfrenta el centro, de los cuales 1,1 suponen deudas a proveedores.

El presupuesto de 2011 preveía 600.000 euros de ingresos por mecenazgos y aportaciones privadas. Sólo hubo 38.000 procedentes del grupo Daniel Alonso. Las ventas de entradas reportaron 450.000 euros de los 600.000 euros previstos. Y los 250.000 euros presupuestados como ingresos bajo el epígrafe de "Otros" sólo llegaron a 21.552 euros. Por contra, se cubrieron casi todos los gastos y algunos ampliamente: El presupuesto de 2011 reservaba 440.000 euros para el mantenimiento de los edificios, que finalmente acabó costando 807.000 euros.

La actividad de gestión dependía por completo del entonces director de la fundación, Natalio Grueso, cuyo cese fue ratificado en esta reunión del patronato (desde hace más de dos meses Grueso trabaja en el área de artes escénicas del Ayuntamiento de Madrid). Según asegura el periodista Vicente Montes, de La Nación.es, la mala gestión económica convirtió la sociedad en “un saco de deudas”, Grueso tenía total independencia al momento de gestionar contratos, firmas y contratación de servicios.

De momento, las deudas se distribuyen en  250.000 a una agencia de viajes, 150.000 a una empresa de limpieza, 90.000 a una academia de música y una larga lista de facturas de hasta 45.000 euros a empresas de hostelería u organización de actos. Además, la entidad adeuda 500.000 euros a Liberbank por un crédito. Esa cuantía era de 800.000 euros en 2011, pero la entidad bancaria entregó los 300.000 euros de aportación como socio que le correspondían ese año para organizar actividades e inmediatamente se lo ingresó de vuelta como pago por lo que le debía la Fundación.

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