Cultura

Reguera, nominada al Goya: "Parece que las treintañeras tenemos que hacer bien todo"

La directora de cine catalana, que compite por el Premio a mejor dirección novel por 'María (y los demás)', cuenta a 'Vozpópuli' los motivos que le llevaron a crear la película protagonizada por Bárbara Lennie.

  • La directora de cine Nely Reguera

La mañana del miércoles 14 del pasado diciembre tenía lugar la lectura de candidatos a los Premios Goya 2017 desde Madrid y a Nely Reguera, creadora de María (y los demás), la nominación a mejor dirección novel la "pilló" revisando el proyecto de unos alumnos en un aula de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC). El aluvión de notificaciones en WhatsApp la obligó a seleccionar el 'modo avión' en el teléfono, pero no pudo esconder mucho más la sorpresa porque los estudiantes tardaron minutos en descubrirla. Además de profesora de cine, la barcelonesa ha trabajado como cortometrajista (AusenciasPablo) y ayudante de dirección antes de estrenar su ópera prima con Bárbara Lennie (Magical Girl) como protagonista, una de las intérpretes que este año aspiran a hacerse con la estatuilla en la categoría a mejor actriz protagonista. 

A sus 38 años Reguera compite por el Goya con Raúl Arévalo y su Tarde para la ira; con Los últimos de Filipinas, de Salvador Calvo, y con El rey tuerto, obra de Marc Crehuet. "No me imagino subiendo, trato de no pensar mucho, pero si me lo diesen, intentaré hacer un discurso lógico y coherente. Estoy muy contenta con la nominación, es una suerte porque supone un altavoz para la película", dice la cineasta, cuya comedia dramática ha contado con el respaldo de las productoras españolas Frida Films (Galicia), Promo Allanda (Cataluña) y Avalon P.C. El mismo altavoz que ha supuesto esta cinta para miles de treintañeras en crisis por no haber cumplido con todas las metas que se esperaba de ellas. Desde que murió su madre, María -el personaje principal- ha cuidado de su padre y de sus hermanos. Responsable y controladora, siempre ha sido el pilar de la familia y se siente orgullosa de ello. Por eso, cuando su padre anuncia que se casa con Cachita, su simpática enfermera, la joven siente que su mundo es un desastre. No tiene pareja estable y no se atreve a a presentar una novela que ha escrito para que la editen, pero ha llegado el momento de atreverse a vivir su propia vida.

- ¿Por qué quisiste contar la historia de una treintañera cuya vida es caótica en tu primer largometraje como directora?

- Quería hablar de una persona que se encuentra más cómoda cuidando y preocupándose de los demás que de ella misma. Siempre me han interesado más los universos familiares y esas relaciones en las que se establecen una serie de roles de los que cuesta salir, aunque no estén bien establecidos. En la película, las circunstancias hacen que María parezca la madre y su padre parezca el hijo... Por otra parte, sentí que existía una presión en mi entorno respecto a dónde tienes que estar y qué tienes que haber conseguido. Veía mucha gente a mi alrededor que no tenía todo lo que se le pedía y había cierta sensación de insatisfacción porque no se llegaba a las metas. Me apeteció integrar todo en la película.

- María está atravesando la crisis de los 30, ¿a qué trabas se enfrentan hoy las mujeres de esta edad?

- De alguna forma parece  que tenemos que hacer bien todo. Generalizar es complejo y hay mujeres de todo tipo, pero tengo la sensación de que nuestra generación de alguna forma tiene que hacer bien todo. Ya tenemos la suerte de poder acceder a una vida profesional plena, pero parece que tienes que triunfar también en lo personal, ser una mamá espléndida y, además, ahora que parece que está de moda volver a la lactancia materna a demanda... Es una entrega que no es compatible con según qué profesión y parece que todo se tiene que hacer a un nivel de excelencia que piensas 'Bueno, a ver, ¡quizá no se puede con tanto!'.

- ¿Está aceptado que una mujer adulta no tenga pareja estable como es el caso de la protagonista de tu película? ¿Y no querer formar una familia?

- Creo que las cosas han cambiado mucho y lo siguen haciendo. Obviamente se ha modernizado con respecto a unos años atrás, pero no tanto. Todavía no está del todo aceptado que una mujer diga que no quiere tener hijos y punto o que no tiene pareja porque no le da la gana. Me encuentro con chicas de 20 años a las que les resulta lejano lo que ocurre en la película y me parece perfecto que así sea. 

-¿Cómo recibiste la noticia de la nominación, te la esperabas?

- Fue curioso porque estaba saliendo de clase, aprovechando que los alumnos me estaban cargando un archivo en el ordenador, para ir a hacer una gestión en el despacho del coordinador de la Escuela. En el camino recibí el mensaje de la productora y vi que empezaban a entrar un montón de felicitaciones de un montón de gente. Me puse nerviosa porque no tenía tiempo para contestar y tenía que volver a clase, así que puse el modo avión en el móvil y me fui a hablar con el coordinador estando emocionadísima, así que fueron los alumnos los que salieron a decirlo en medio del despacho... Pero aún teníamos que ver su proyecto que era un vídeo de una hora y media, así que pensé '¡olvídate y concéntrate!'.

- Además de competir por el Goya a la mejor dirección novel, Bárbara Lennie también opta a un Goya a mejor actriz protagonista por su interpretación en María (y los demás) junto a Emma Suárez, Carmen Machi y Penélope Cruz. ¿Crees que es la favorita?

- No la veo como favorita, pero es que los premios son muy complicados. Creo que ha hecho un trabajo espléndido, pero también están nominadas otras actrices que han hecho un trabajo espléndido. No pensé en ella como protagonista, sino Luisa, mi productora. Pero sí participé en el casting, hizo dos pruebas y me reafirmé en que 'María' tenía que ser ella. Estoy encantada, no tenía esa imagen de actriz para la película, pero me decanté por ella durante el proceso.

Trayectoria

- ¿Siempre quisiste ser directora de cine o también tuviste una etapa de dudas?

- Cuando era pequeña nunca pensé dedicarme a esto, tenía un caos. Me gustaba mucho contar historias, aunque me imaginaba más escribiéndolas que haciendo cine. Pero como me gusta la fotografía, luego pensaba en esas historias y no dejaba de pensar en imágenes. De adolescente vi que la gente tenía la posibilidad de estudiar para dirigir películas, así que tomé la decisión a punto de comenzar la carrera.

- También estudiaste en la ESCAC, ¿eras una alumna aventajada? ¿Cómo fue esa etapa?

- Era una alumna normal. Recuerdo como una etapa muy bonita en la que descubres muchas cosas que ya no tienen que ver solo con el cine, sino contigo, con quién eres, con la gente, con cómo te relacionas... Y con conocer a mucha gente que luego será tu amiga. Recuerdo una etapa de dudas y de inseguridades. Tardé en decidir que quería hacer dirección, de hecho lo acabé eligiendo gracias a un profesor que me dijo: 'No te líes, si es evidente'. Después pensé que tenía razón.

- Tardaste cinco años en hacer tu ópera prima. ¿Cuáles son las principales dificultades que encuentra un director novel para sacar una película adelante?

- Las dificultades surgen de cara a levantar el proyecto. He sido bastante afortunada pues la productora de la película apareció muy pronto, prácticamente cuando no había ni una primera versión de guion. Y lo que costó para mí fue todo ese proceso de escritura, no tanto, porque disfruté escribiendo, pero a veces tenía la sensación de que el tiempo pasaba y no sabía si iba a conseguir la financiación necesaria. Te tienes que enamorar de la historia porque, al pasar el tiempo y no saber si podrás levantarla, empiezas a estar harta. Una vez que tuvimos la financiación, la disfruté mucho, con los nervios y estrés normales.

- ¿Qué alternativas encontráis los directores jóvenes para financiar vuestros proyectos? ¿Es una opción el crowdfunding?

- Sí, aunque en mi caso nos dieron apoyo del ICAA y a raíz de ahí fue más fácil conseguir las otras ayudas que conseguimos - AGADIC (Xunta de Galicia) y de la Televisión de Galicia-, aunque no fueron todas las que necesitábamos. Pero recuerdo que los momentos previos a esto le decía al director de fotografía que si no nos daban las ayudas, la haríamos como fuese. ¡Claro!, eso lo dices, pero luego supone un cambio de guion radical, porque si la tengo que hacer a través de crowdfunding cambia la cosa... Finalmente no me lo tuve que plantear mucho porque lo conseguimos.

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