La relación entre el poder, la política, el periodismo y los medios de comunicación es una constante que se asoma una y otra vez a la actualidad y que se convierte en ocasiones en carne de ficción, como es el caso de la película española Crónica de una tormenta. Clara Lago y Ernesto Alterio protagonizan este drama, una pugna dialéctica dirigida por la debutante Mariana Barassi, en la que entran en juego asuntos como el compromiso, la ambición, los principios éticos y el techo de cristal de las mujeres.
Esta película, que llega este viernes a los cines españoles, está basada en la obra de teatro Testosterona, de la mexicana Sabina Berman, en la que la autora aborda temas tan diversos como las fake news o el movimiento Me too. La trama se desarrolla en los despachos de la redacción de un periódico, que afronta una remodelación tanto en los contenidos como en sus mandos directivos.
Antonio (Alterio), director de un importante medio de comunicación, debe elegir a su sucesor. Maca, una periodista comprometida y que apuesta por la cooperación, compite contra Vargas, un redactor con fama de manipulador. Antonio y Maca debatirán durante una noche sobre el proceso de selección, pero también sobre la vida, el sexo y la muerte.
El productor de esta película, Gerardo Herrero, recomendó a los actores protagonistas que leyeran el libro de El director, de David Jiménez, y que vieran la serie Press, que se centra en el día a día de una redacción, para que vieran la "conexión del periodismo con las altas esferas", según cuenta a Vozpópuli Clara Lago con motivo del estreno de esta película. "Por desgracia, lo lees y te llevas las manos a la cabeza pero tampoco te termina de sorprender, lo que dice bastante", señala la actriz.
Lago interpreta a "una mujer que quiere hacer las cosas de otra forma" y que "no quiere renunciar al liderazgo pero no quiere caer en la máxima de que el fin justifica los medios o que por llegar a esos puestos uno tiene que romperse y ceder ante las reglas del juego del poder". "Hay algo esperanzador en un personaje que quiere llegar al poder para cambiar las cosas desde ahí", apunta la intérprete.
Del mismo modo, la protagonista de Crónica de una tormenta habla acerca de otro de los temas que aborda la cinta: el techo de cristal para las mujeres en la profesión periodística. "Ya no nos alarma que la brecha de género siga existiendo y que una mujer se tenga que plantear que, si quiere ser directora de un periódico no pueda ser madre de una familia", apunta. Al mismo tiempo, en esta cinta se reflejan otros asuntos del presente como la "inmediatez, las apariencias o la ambición". "Se puede trasladar a cualquier otra esfera y a la vida cotidiana, no tiene por qué tratarse de una macroestructura ni política ni económica", reflexiona la directora.
Ernesto Alterio: del cine al periodismo
El actor Ernesto Alterio da vida en esta película a Antonio, "un periodista de raza, alguien que ha sido corresponsal de guerra, que se ha hecho desde abajo, pero llega un tiempo en el que se siente más un burócrata que un periodista, más un hombre de negocios". "Le toca vivir en un momento de crisis muy fuerte en el que además le han diagnosticado una enfermedad muy grave por la que le cesan y tiene que elegir a un sucesor", cuenta en videoconferencia desde Argentina, donde está inmerso en otro rodaje.
Los medios de comunicación responden a muchos intereses económicos y políticos, y la verdad está en un cuarto plano. Nos toca a nosotros, los lectores, hacer un trabajo de descodificación de esa información para ver dónde hay algo ahí de lo real"
Protagonizar Crónica de una tormenta le ha servido a Alterio para "constatar que "los medios de comunicación responden a muchos intereses económicos y políticos, y que la verdad está en un cuarto plano". "Nos toca a nosotros, los lectores, hacer un trabajo de descodificación de esa información para ver dónde hay algo ahí de lo real. A mí me molesta cuando me quieren dirigir la opinión, ya sea para un lado o para otro", ha señalado.
Otro de los grandes asuntos que aborda la película es la "ética", un tema que no ve exclusivo del periodismo. "Está bien que todos, trabajemos donde trabajemos, revisemos qué estamos ofreciendo a la gente. El periodismo en particular cumple una labor social importantísima, acercar diversas realidades a la gente, pero es importante revisar la ética en lo que uno hace", apunta.