"Quiero despertarme en la ciudad que no duerme", cantaba Frank Sinatra en su canción más famosa sobre la ciudad de los rascacielos. Pero Nueva York se detuvo. La primera vez, el 11 de septiembre de 2001, con el atentado a las Torres Gemelas. La segunda, a mediados de marzo de 2020, con el colapso de la ciudad a causa de la covid. Las dos tragedias paralizaron la gran manzana y ahora el cineasta Spike Lee se hace eco de la dimensión que cobraron ambos sucesos en el documental Nueva York, epicentro del 11-S y de una pandemia, del que se pueden ver hasta el momento las dos primeras partes y del que HBO estrenará los dos últimos episodios coincidiendo con el 20 aniversario de los ataques terroristas.
El tributo de este admirador de los New York Yankees incluye alrededor de dos centenares de testimonios de médicos, enfermeros, políticos, actores (John Turturro, Jeffrey Right o Steve Buscemi), periodistas, amigos, vecinos o familiares de cantantes desaparecidos a causa del coronavirus (la viuda del rapero Fred The Godson), así como testigos y víctimas de los atentados. Todas estas voces componen una crónica directa y cercana que servirá como legado documental de la gran ciudad para las generaciones futuras.
De la misma manera que muestra la solidaridad, el compromiso, el trabajo y el sacrificio de los neoyorquinos durante los dos momentos más duros vividos en los últimos veinte años, no duda en apuntar a Trump y al exgobernador de Nueva York, Andrew Mark Cuomo -que recientemente anunció su dimisión-, como ejemplo de la cara "fea, agresiva e irrespetuosa" de la ciudad. Del mismo modo, señala al racismo como uno de los motivos tras las afecciones que sufre la población y que elevan el riesgo de padecer complicaciones en la covid. "Ser negro en América es una enfermedad preexistente", afirma uno de los entrevistados.
La crónica y la propuesta parecían impecables hasta que los medios se han hecho eco de una respuesta en una entrevista concedida a The New York Times con la que el cineasta ha causado polémica. Preguntado acerca del tiempo que dedica en el último capítulo a cuestionarse cómo y por qué cayeron los rascacielos y la inclusión de testimonios de miembros del grupo conspiranoico Architects and Engineers for 9/11 Truth, Spike Lee admite que él mismo tiene "preguntas" acerca de lo que ocurrió.
El periodista insiste acerca de sus dudas y, cuestionado sobre los motivos por los que no compra la versión oficial, el director muestra su desconfianza en la manera en la que se alcanzó la temperatura para derretir el acero o la forma en la que el edificio cayó al suelo. "Mi enfoque es poner la información en la película y dejar que la gente decida por sí misma. Respeto la inteligencia de la audiencia", defiende Spike Lee y recoge Vozpópuli.
Spike Lee y las teorías de la conspiración
Varios medios estadounidenses, como The Hollywood Reporter, afirman que el capítulo final de esta serie documental, que se podrá ver el 11 de septiembre, ha sido editado y que la versión definitiva dura 30 minutos menos de lo planeado. ¿El motivo? Tras el revuelo por las declaraciones del cineasta, parece ser que se han eliminado imágenes que muestran las teorías de la conspiración del 11 de septiembre. Habrá que esperara, pues, a esta fecha para comprobar si Spike Lee da espacio a las teorías que se alejan de las versiones oficiales o si, por el contrario, se elimina cualquier tesis que contradiga las conclusiones del gobierno estadounidense.
Lo cierto es que el tercer episodio de esta serie documental sí se detiene en las teorías alternativas sobre el vuelo 93 que se estrelló en Pensilvania después de que supuestamente los pasajeros intentaran recuperar el control del avión, en manos de los secuestradores. Sobre este asunto, las teorías conspiranoicas sostienen que el aparato no se estrelló, sino que fue derribado. En cualquier caso, se trata de la visión del director de películas como Do the Right Thing (1989), Malcolm X (1992), 4 Little Girls (1997), BlacKkKlansman (2018) o Da 5 Bloods (2020), poco acostumbrado a callarse.
