Los cereales forman parte de nuestra dieta diaria desde la infancia. Entre los más consumidos en nuestro país se encuentran el trigo, el arroz, el maíz o la avena, aunque en los últimos tiempos, se han incorporado otros alimentos beneficiosos para la salud. Es el caso de la quínoa, considerado un superalimento de lo más nutritivo; o la chía, que aunque realmente es una semilla, se consume como un cereal. Unos ingredientes a los que ahora hay que añadir el sorgo.
Popular por servir de alimento para los animales, el sorgo ha ido ganando popularidad hasta convertirse en un imprescindible en la dieta de muchas personas. Y es que, aunque en Occidente no es uno de los cereales más consumidos hasta ahora, sí lo es en otras partes del mundo.
Con unas propiedades nutricionales de lo más beneficiosas para la salud, el sorgo se ha convertido en un buen sustituto del trigo. Sin gluten y muy saciante, se cree que el origen de este cultivo se originó en África donde es un alimento muy popular, al igual que en parte de Asia.
Foto: Pixabay
Pero el sorgo no solo es muy nutritivo, además es un cereal muy resistente, incluso ante la escasez de agua, por lo que se ha convertido en una opción alimentaria sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Una alternativa que los expertos recomiendan incluir en la dieta diaria, para beneficiarnos de todas sus propiedades.
El sorgo, el cereal que reduce el azúcar en sangre y combate la inflamación y la anemia
De tamaño pequeño y esférico, los granos de sorgo presentan una variedad de colores que van del blanco y el amarillo al marrón y el rojo. Se trata de un energético cereal recomendado para los deportistas, gracias a su alto contenido en hidratos de carbono. Pero además, tiene bajo aporte de grasas y es una fuente importante de vitamina B.
Entre los minerales, destaca su contenido en hierro, algo que lo convierte en un gran aliado para combatir la anemia; magnesio, cobre, calcio, zinc y potasio. Y contiene una amplia variedad de fotoquímicos beneficiosos que actúan como antioxidantes en el cuerpo y que ayudan a retrasar el envejecimiento. Además, es una interesante fuente de fibra dietética, que ayuda a combatir el estreñimiento.
Otro de los beneficios más destacados del sorgo es que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre ya que facilita que el cuerpo absorba y asimile el azúcar de los alimentos poco a poco, contribuyendo a mantener los niveles de energía estables a lo largo del día.
Foto: Pixabay
Según un estudio realizado por la Universidad de Hokkaido (Japón) y la Universidad de Sídney (Australia), y publicado en el ‘Journal of Agricultural and Food Chemistry’, el consumo de sorgo de manera habitual podría promover la salud cardiovascular y mejorar la salud metabólica.
El equipo de investigadores identificó lípidos únicos conocidos por sus propiedades antidiabéticas y antiinflamatorias, denominados ésteres de ácidos grasos hidroxilados (FAHFAs). Así, señalan que “por sus propiedades sin gluten y su rico aporte de ácidos grasos esenciales, el sorgo ofrece una solución a los déficits nutricionales, sobre todo para las personas con sensibilidad al gluten o a las que buscan intervenciones dietéticas naturales para las afecciones crónicas, así como para las enfermedades metabólicas asociadas al estilo de vida”.
Así lo señala Siddabasave Gowda, profesor de la Universidad de Hokkaido y director de la investigación, que añade: “Este estudio subraya la creciente demanda de alimentos funcionales que combatan enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como la diabetes y las cardiopatías, al tiempo que promueve el bienestar general”.