En los últimos años, el porcentaje de personas solteras no ha hecho más que aumentar. Cada vez son más los que optan por vivir solos y poner en valor su individualidad y libertad de decisión. Mientras, entre las personas que sí mantienen una relación de pareja, también ganan importancia temas como la responsabilidad afectiva y el autoconocimiento. Con el paso del tiempo y la aparición de distintos inconvenientes o roces, es normal plantearse una pregunta: ¿se trata de una relación sana? ¿A qué se debe prestar especial atención para poder determinarlo?
Expertos en relaciones de pareja y psicólogos ponen el foco en distintos factores, además de advertir que cada pareja es un mundo. Llegar a un entendimiento y encontrar puntos medios de forma sana es esencial para conseguir mantener una relación sana. De igual manera, no hay trucos ni fórmulas infalibles para poder asegurar que todo irá bien en una relación, sino mucha paciencia y trabajo detrás de el que es todo un proyecto de futuro.
Las cinco señales según los expertos
El aumento de la visibilidad de temas como la salud mental o la responsabilidad afectiva -que no es más que ser capaz de expresar necesidades y emociones respetando las del otro- ha hecho que cada vez más parejas se impliquen más en su bienestar y el de su pareja. A la hora de trabajar en mantener una buena relación, los expertos hablan de cinco factores clave imprescindibles, que a la vez son indicadores de una relación sana.
- Comunicación y confianza. En estas parejas no hay miedo a la hora de hablar de cualquier tema: estrés, trabajo, preocupaciones financieras o incluso problemas dentro de la misma pareja. La confianza es la base de todo ello, e implica honestidad y sinceridad. Hacer una escucha activa y no juzgar al otro -aún cuando las opiniones son diferentes- son otras dos características dentro de estos mismos factores.
- Tiempo separados. Tener una relación de pareja no significa pasar las 24 horas con la otra persona, de hecho, no es en absoluto positivo. Este tipo de dinámicas puede conducir al desarrollo de dependencia. En las relaciones sanas, además de cuidar del tiempo en pareja, también se reconoce la necesidad de espacio personal y tiempo para uno mismo. El cuidado de los hobbies, visita de amigos o familiares tiene un papel fundamental para que una relación funcione.
- Tranquilidad. Este factor es uno de los mayores indicadores de una relación sana. En las relaciones tóxicas, el estado de tensión y la preocupación de si le ocurrirá algo a la otra persona es casi permanente. De hecho, es necesario desromantizar las 'mariposas en el estómago', que no son más que ansiedad. En su justa medida, no tienen por qué ser especialmente negativas, pero a la larga, estar en un estado de alerta permanente causa problemas en la salud.
- Intimidad saludable. La comunicación y estar cómodas al hablar de intimidad física -que no implica exclusivamente sexo, sino también gestos como abrazarse o dormir juntos- hace que todas estas experiencias sean mucho más placenteras. Hablar sobre deseos e intereses, a la vez que no se presiona a la pareja y se comparte información de otras parejas es otro signo de una relación saludable.
- Resolución sana de conflictos. En muchas relaciones tóxicas, los conflictos en sí no son el verdadero problema, sino cómo se abordan y solucionan. En toda relación hay desacuerdos, pero hablar sin faltar al respeto, sin juicios ni menosprecios es crucial en una buena relación.
Finalmente, el autoconocimiento, saber qué se busca en una pareja y, sobre todo, mantener conversaciones incómodas en un inicio y comprobar si ambas personas buscan un proyecto de futuro similar es crucial para el éxito de una pareja. Discrepancias como querer o no contraer matrimonio, mantener una relación abierta o monógama, o querer o no tener hijos en un futuro pueden ser motivo de ruptura, por lo que es importante poner esta información clave sobre la mesa, con sinceridad y respeto, antes de que la situación pueda empeorar.