Desde marzo, muchos se hicieron 'runners' con el único propósito de salir de sus casas y que les tocara el aire. Un hábito que no sólo les despejaba y les hacía ver otras caras que las de su familia, sino que también mejoraba sus vidas.Algunos de estos deportistas pos-covid han mantenido sus rutinas de entrenamiento, y está bien, más que bien. El problema, no obstante, es que no están muy puestos en el tema. Hacer ejercicio es una cosa seria, y podemos notar efectos secundarios en nuestro cuerpo. Hoy te vamos a hablar de la relación existente entre el deporte y tu salud (y desempeño) sexual.
Realizar mucho ejercicio es perjudicial
El deporte, siempre bien hecho, es beneficioso para nuestras hormonas, tanto en el hombre como en la mujer, además es una ayuda para nuestra vida sexual y para la fertilidad, tanto masculina como femenina. Sin embargo, "realizar un exceso de deporte puede provocarnos una alteración hormonal, aumentar el cortisol (hormona del estrés), lo que puede desequilibrar nuestras hormonas sexuales. Además, un exceso de deporte provoca oxidación celular y los óvulos y el esperma son células, por lo que no debemos pasarnos, ya que podría influir en el ADN de nuestros gametos", asegura a Vozpópuli Antonia González, embrióloga y CEO de Ônet, Psicofertilidad natural, quien apostilla que "un exceso de deporte es realizar más de una hora de ejercicio intenso de forma diaria".
Las mujeres que hacen mucho ejercicio pierden el deseo sexual
"En la mujer hemos de tener en cuenta que si abusamos del ejercicio físico nuestro cerebro va a entender que tiene que ocupar todas sus energías en esta labor, dejando de lado la labor reproductiva y la sexual, por supuesto", añade González."Vemos ejemplos muy claros en las gimnastas profesionales o de élite, que hacen tanto deporte que dejan de tener menstruación, porque el cuerpo no es capaz de soportar un embarazo, y se produce un estrés fisiológico que acaba afectando a nuestro cerebro y a su comunicación con los ovarios. A esto lo llamamos amenorrea hipotalámica, es decir, no hay menstruación por un estrés fisiológico".En cuanto a los hombres, "el exceso de deporte también puede afectar a la calidad espermática, y hemos incluso de tener en cuenta qué tipo de deporte. Por ejemplo, los ciclistas o aquellos deportes en los que el hombre pase muchas horas sentado, hará que los testículos estén demasiado tiempo en contacto con el cuerpo, y justamente están fuera del mismo para estar a menor temperatura, por lo que si tienen la misma temperatura que tenemos en el resto del cuerpo puede alterar la 'fábrica' de esperma; y además, el hecho de llevar un maillot o calzoncillo apretado, también provocará que los testículos aumenten su temperatura".
Si lo hacemos bien, haremos también bien lo otro
En cambio, en su justa medida, el deporte "es un regulador hormonal maravilloso, porque mejora el exceso estrógenico, baja la inflamación crónica de baja grado, ayuda a la tiroides a trabajar mejor, y sobre todo el ejercicio de fuerza, mejora sustancialmente la resistencia a la insulina, una causa de infertilidad cada vez más común".Además, si hacemos deporte correctamente y sin pasarnos, tendremos más deseo sexual: "Teniendo que cuenta que la tiroides es una glándula que juega un papel importante en nuestro deseo sexual, realizar deporte mejora, por ende, nuestra libido. Pero no solo por esto, también porque hacer ejercicio nos desestresa y nos ayuda a segregar las hormonas del placer, como la dopamina o la serotonina".Pues ya sabes, lector, a darle duro pero sin pasarse. Y hablamos del deporte, claro. Guiño, guiño.