Cuidar nuestra alimentación es fundamental para una buena salud. Algo por lo que cada vez más personas buscan una dieta completa y equilibrada que incluya alimentos que aporte al organismo todos los nutrientes que necesita, como el alimento antiinflamatorio que ayuda a adelgazar, cuida del corazón y protege contra el cáncer; o el que reduce el colesterol y mejora la vista.
Dispuesta a concienciar sobre la importancia de una buena alimentación para evitar enfermedades, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda llevar una dieta variada en la que no falten frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, y que incluya alimentos saludables y beneficiosos para el organismo.
Y entre los alimentos naturales con más beneficios que hay, los expertos señalan a la miel, un ingrediente utilizado desde la antigüedad con excelentes propiedades nutricionales. Sin embargo, existe otro producto, también fabricado por las abejas, que se ha convertido en un auténtico elixir de salud. Hablamos del polen de abeja, un alimento que ofrece muchos beneficios para la salud que va ganando popularidad.
Los beneficios del polen de abeja, el alimento rico en proteínas que mejora el deseo sexual y reduce el colesterol
Aunque aún es desconocido por muchos, este alimento tiene como base el polen, que es procesado por las abejas e impregnado con néctar y saliva de estos insectos. Para recolectarlo, los apicultores colocan en las colmenas unas rejillas para que cuando entren las abejas dejen caer una parte de las pequeñas bolitas de polen que también forman parte de su alimento.
Como comentábamos, el polen de abeja destaca por tener una gran cantidad de nutrientes y aminoácidos esenciales. Este alimento aporta energía y contiene hidratos de carbono (42,1 gramos por cada 100 gramos), grasas (6 gramos por cada 100) y proteínas (24 gramos por cada 100), algo que lo convierte en un habitual en las dietas de los deportistas.
EL polen de abeja es rico en vitaminas del grupo B; vitamina C, A, D y E; y minerales como el sodio, potasio, magnesio, zinc, manganeso, calcio, fósforo y hierro. Pero además, es rico en antioxidantes, como carotenoides y flavonoides.
Entre las propiedades de este alimento destacan la antiinflamatoria y la antibacteriana, y ayuda a regular los procesos digestivos y a regenerar la flora intestinal. Pero además, gracias a sus nutrientes, el polen de abeja fortalece el sistema inmunológico, mejora la visión, frena la caída del cabello y, gracias a algunos de sus compuestos como la cistina, mejora la concentración y el estado de ánimo. Según apuntan algunos estudios, su consumo habitual puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
Pero esto no es todo, el polen de abeja ayuda a reforzar los vasos sanguíneos, y puede mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos.
Además, en los últimos tiempos, son muchos los que incluyen al polen de abeja entre los denominados alimentos afrodisíacos, unos ingredientes que mantienen desde hace años un debate entre los expertos, y que aunque sin una evidencia científica clara que lo respalde por el momento, continúan ganando popularidad.
Así, aseguran que el polen de abeja puede amentar el deseo sexual, algo apoyado por su riqueza nutricional y por contar por compuestos como el zinc, un mineral que aseguran aumenta la libido y cuyo déficit está relacionado con diferentes trastornos sexuales como la impotencia o la disfunción eréctil; o la vitamina B5, que ayuda a la producción de hormonas sexuales.
Cómo tomar el polen de abeja
El polen de abeja se comercializa fresco o seco en forma de gránulos, aunque también se puede encontrar en polvo o en formato cápsulas.
Según los expertos, para aprovechar al máximo sus beneficios, se recomienda moler las bolitas de polen antes de consumirlas, y mezclarlas con yogures o líquidos, e incluso utilizar como ingrediente para batidos o para aderezar ensaladas.
A pesar de sus numerosas propiedades, no es bueno excederse en su consumo, por lo que se recomienda no superar los 30 gramos diarios.