Adelgazar y deshacerse de los kilos acumulados se ha convertido en el objetivo de mucha gente que bucea por el extenso mundo de las dietas en busca de la manera más rápida y efectiva de perder peso. Desde hace tiempo, regímenes como la dieta del limón, la dieta del té verde o la dieta del arroz han ganado popularidad, aunque también enemigos que cuestionan su eficacia. Algo que no le ocurre a la dieta hipocalórica, convertida en una de las más recomendadas por los expertos.
Aunque famosa por su capacidad para ayudarnos a adelgazar, la dieta hipocalórica también es utilizada en algunos casos para controlar algunas enfermedades como la diabetes, el colesterol, la hipertensión y la obesidad.
Según la Clínica Universidad de Navarra, “es una dieta cardiosaludable ya que favorece el consumo de verduras, pescado y aceite vegetal y restringe las fuentes de azúcares simples y grasas saturadas”.
¿Qué es la dieta hipocalórica?
Como su propio nombre indica, se trata de un plan que aplica una restricción calórica diaria reduciendo el consumo de aquellos alimentos con más calorías y que no aportan interés nutricional. Así, propone un plan de alimentación con el que perder entre un kilo y kilo y medio por semana.
Nuestro cuerpo utiliza las calorías como combustible para su buen funcionamiento. Sin embargo, habitualmente consumimos más calorías de las que necesitamos, favoreciendo la acumulación de grasa y el incremento de peso. Por ello, la dieta hipocalórica reduce el consumo de calorías pero sin dejar de ofrecer al organismo lo que necesita.
Cómo se hace la dieta hipocalórica
Al igual que ocurre con otros planes de adelgazamiento, antes de iniciar esta dieta es importante consultar con un especialista que ayude a diseñar un plan alimenticio en función del perfil de cada persona.
Antes de nada, es importante saber cuántas calorías necesita a diario nuestro cuerpo. Para ello, utilizaremos una sencilla fórmula, aplicable a personas de entre 30 y 60 años, que consiste en multiplicar el peso por 8,7 y sumarle 827. El resultado total serán las calorías que necesitamos cada día. Esta dieta propone consumir calorías por debajo de esa cifra, aunque sin excederse, ya que una restricción muy grande provocaría que baje el gasto calórico del cuerpo. Si tienes más de 60 años, se multiplicará el peso por 10,5 y se sumará 596.
Además, hay que tener en cuenta las condiciones individuales de cada uno, por ejemplo, si se practica mucho ejercicio, habrá que aumentar el consumo de calorías.
¿Qué alimentos se pueden comer y cuáles no?
La dieta hipocalórica establece cinco comidas al día en las que se debe controlar tanto la cantidades como el tipo de alimentos. Así, se huye de aquellos que ofrecen calorías vacías, con escaso o nulo aporte de vitaminas y minerales, y se aumenta el consumo de alimentos frescos y saludables.
Este plan elimina los alimentos ultraprocesados ricos en grasa, azúcares, sal y aditivos. Además, los expertos advierten que no es aconsejable sustituirlos por aquellos considerados ‘light’, ya que a pesar de ofrecer menos calorías que su versión normal, siguen teniendo por lo general un importante e innecesario aporte.
Este régimen para adelgazar opta por alimentos naturales, con un aporte calórico inferior a los antes mencionados y ricos en nutrientes, como es el caso de las frutas, las verduras, los cereales, pescado y carne.
Contraindicaciones de la dieta hipocalórica
Como ocurre con la gran mayoría de los planes de adelgazamiento, la dieta hipocalórica también tiene contraindicaciones. Como las que señalan desde ‘Sanitas’, donde apuntan que “al reducir la cantidad de alimentos o de calorías que se ingieren el organismo pone en marcha un mecanismo de autodefensa ante la falta de comida, por el que se producen las llamadas enzimas lipogénicas, encargadas de almacenar grasa para crear reservas de energía; y al mismo tiempo se reduce la presencia de enzimas lipolíticas, que son las que se encargan de quemar la grasa”.
Además la compañía señala otro posible riesgo, relacionado con el equilibrio hormonal. Y es que, según apuntan, al no recibir la cantidad de alimentos que necesita, “el organismo lanza una señal de estrés que induce una sobreproducción de cortisol, una hormona que regula la producción de otras”.
Por eso, es importante que las dietas sean supervisadas siempre por un especialista que, como en el caso de la dieta hipocalórica controle el plan de alimentación y las calorías que necesita nuestro organismo.