Llevar una buena alimentación es clave para gozar de una buena salud y evitar enfermedades. Así lo aseguran los expertos que insisten en la importancia de consumir alimentos saludables que aporten al organismo los nutrientes necesarios para mantenerse sano y fuerte. Ingredientes como el aguacate, que ofrece numerosos beneficios gracias a sus grasas; el jengibre, admirado desde la antigüedad por sus propiedades nutricionales; o la canela, una especia utilizada por la medicina tradicional para combatir ciertas dolencias.
Originaria del sur de India y Sri Lanka, la antigua ciudad de Ceilán, hoy en día se cultiva en numerosos países como Brasil, China, Indonesia o Birmania, lo que ha dado lugar a las más de 100 variedades de árbol canelo.
La especia de la canela se obtiene de la corteza interna del árbol que se extrae pelando y frotando las ramas más pequeñas y que, una vez desprendida, es de nuevo separada y vuelta a pelar. Las cortezas se enrollan una dentro de otra formando barras que se dejan fermentar y luego secar.
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Las enfermedades que la canela ayuda a combatir
Tal y como señala la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la canela aporta proteínas y minerales como potasio, hierro, calcio, zinc y selenio, y vitaminas B6 y C. “Además, posee múltiples compuestos químicos como son los fenoles y los aldehídos (ácido cinámico, cinamaldehído, cinamato, eugenol…)”
De inconfundible aroma y sabor, la canela es muy apreciada en la cocina y en la medicina tradicional, que ha dado un buen uso de esta especia para tratar diferentes enfermedades y dolencias como estas:
-Azúcar alto: según apuntan diferentes estudios, la canela es capaz de estimular los receptores de insulina, aumentando la capacidad celular para asimilar la glucosa y aumentando la sensibilidad hacia esta hormona que hace disminuir el nivel de azúcar en sangre.
-Colesterol alto: las investigaciones también señalan a esta especia como aliado para luchar contra la hipercolesterolemia. Según la Fundación Española de la Nutrición, “existen estudios preliminares que relacionan el consumo diario de 1 gramo de canela con una reducción en los niveles sanguíneos de colesterol, triglicéridos y azúcar”. Eso sí, también advierte de los posibles peligros de un consumo prolongado.
-Hipertensión: el ácido cinámico presente en la canela tiene efectos antiinflamatorios que pueden mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión arterial.
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-Problemas digestivos: según la FEN “a la canela se le atribuyen propiedades carminativas frente a cólicos, gases y otros problemas de estómago”. Y es que, esta especia ayuda a que los alimentos se disuelvan mejor y favorece la formación de los jugos gástricos necesarios para una buena digestión.
-Enfermedades respiratorias: gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, la canela puede ayudar a aliviar los síntomas de resfriados, gripes y otras infecciones respiratorias.
-Enfermedades cardiovasculares: como decíamos, la canela puede ayudar a reducir los niveles de colesterol malo y de los triglicéridos, algo que la convierte en un aliado de la salud cardiovascular. Además, dos de sus componentes, el cinamaldehído y el ácido cinámico, son cardioprotectores gracias a su propiedad antiinflamatoria.
-Obesidad: aunque aún existe debate entre la comunidad científica, algunos estudios afirman que la canela podría tener un poder adelgazante. Según un estudio, activa varios genes y enzimas relacionadas con la aceleración del metabolismo de las grasas. Además, esta especia ayudaría a controlar el hambre, disminuyendo la sensación de hambre, algo que, unido a su ayuda a las digestiones, repercutiría en una pérdida de peso.
-Dolor muscular y articular: los compuestos antiinflamatorios y analgésicos de la canela pueden aliviar el dolor muscular y articular.
-Infecciones: gracias a las propiedades antibacterianas de algunos de sus compuestos, la canela puede ayudar a combatir infecciones bacterianas y micóticas.
