Aunque algo inevitable, el envejecimiento no debería suponer un problema para nadie. Sin embargo, son muchos a los que les preocupa el paso del tiempo y las consecuencias que conlleva. Y es que, mientras que la Universidad de Harvard asegura que es a los 60 años cuando se tiene una vida más plena y feliz, también es a partir de esa edad cuando los expertos aseguran que comienza a notarse el deterioro de la salud. Unos cambios en el bienestar de las personas que afecta a todo el cuerpo, y que a todos gustaría evitar.
Es por ello que desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha tratado de encontrar el secreto de la vida eterna. Una quimera por el momento, que ha llevado a numerosos científicos a estudiar los secretos del envejecimiento y las maneras de garantizar una buena salud y calidad de vida en los últimos años de vida.
Estudios como el publicado por la revista ‘Sciencie’ que, titulado ‘La deficiencia de la taurina como impulsora del envejecimiento’ señala a un conocido nutriente, presente en nuestro día a día, como posible clave para retrasar el envejecimiento de las personas.
La taurina, la esperanzadora clave que puede ayudar a retrasar el envejecimiento
Los cambios y el deterioro que ocasiona el envejecimiento suceden en todas las células, tejidos y órganos del cuerpo, algo que afecta al funcionamiento de todos los sistemas. Así, son muchos los experimentos que desentrañan los misterios de este proceso.
Experimentos como el llevado a cabo por los investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York, que comprobaron cómo los niveles de taurina en sangre de algunos mamíferos descienden con la edad. En el caso de los humanos, tal y como apunta el equipo liderado por el profesor Vijay Yadav, las personas de 60 años tan solo cuentan con un tercio de la taurina que presenta una de cinco.
Ante la relación de la carencia de taurina con el envejecimiento, los investigadores iniciaron un estudio para comprobar si el aumento de este nutriente en ratones podía reducir su edad biológica. Y los resultados fueron de lo más sorprendentes.
Par el estudio, utilizaron ratones de ambos sexos de 14 meses, el equivalente a 45 años humano. Durante la prueba, parte de esos ratones recibieron una dosis oral de taurina, mientras que los otros tomaron un placebo.
Tras el experimento se descubrió que los animales que habían tomado taurina vivieron un 12 por ciento más en el caso de las hembras y un 10 por ciento en el caso de los machos, lo que supuso hasta cuatro meses más de vida, equivalente a ocho años humanos.
Pero esto no fue todo. Entre las conclusiones también se destaca que los roedores que recibieron la dosis diaria de taurina tenían mejor salud, unos huesos y músculos más fuertes; un mejor funcionamiento del cerebro, el páncreas y el intestino; menos resistencia a la insulina (asociada a la diabetes); un sistema inmune más fuerte y menos obesidad.
Además, el estudio publicado señala que la taurina también afectó positivamente varias características del envejecimiento: “Redujo la senescencia celular, protegió contra la deficiencia de telomerasa, suprimió la disfunción mitocondrial, disminuyó el daño del ADN y atenuó la inflamación”.
Este estudio observó unos resultados similares en monos, algo que lleva a pensar que la taurina también podría ayudar a frenar el envejecimiento en el caso de los humanos. Un motivo por el que los investigadores han solicitado poder realizar dicha investigaciones en personas. Algo que por el momento no se ha llevado a cabo, por lo que, en una entrevista con la BBC, Vijay Yadav, quien se muestra muy optimista ante los resultados ha señalado: “Esperemos a que se completen los ensayos clínicos antes de recomendar a la población en general que vaya a las estanterías de un supermercado y compre taurina”.
¿Qué es la taurina y cuáles son los alimentos que lo contienen?
Aunque conocida en los últimos tiempos por ser el ingrediente estrella de las bebidas energéticas de moda, la taurina es un micronutriente del grupo de los aminoácidos que se encuentra de forma natural en todos los tejidos de los animales y contribuye a la función celular y a la producción de energía.
Además, la taurina ayuda a controlar la hipertensión, los niveles de azúcar en sangre, el colesterol y el metabolismo. También tiene propiedades antioxidantes y tal y como señala un informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), los niveles bajos de taurina se han vinculado con miocardiopatías, disfunción renal, anomalías en el desarrollo y daño severo en las neuronas de la retina.
Aunque el cuerpo sintetiza de manera natural la taurina, a medida que pasan los años, los niveles disminuyen. Por eso es importante suplementar a través de los alimentos. Alimentos como las carnes, como ternera, pollo, pavo, lomo de cerdo; pescados, mariscos, como vieiras y atún, productos lácteos e incluso algas.
La taurina se comercializa también como suplemento, siendo muy popular entre los deportistas y culturistas.