Nutrición

¿La obesidad puede influir en el envejecimiento de tu organismo?

Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo y la causa fundamental es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas

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La obesidad o el sobrepeso es un problema que afecta a 1.900 millones de adultos y 380 millones de niños. Esta enfermedad acelera directamente los mecanismos del envejecimiento y hace que nuestro organismo envejezca a un ritmo más rápido, lo que puede además provocar enfermedades adicionales como la hipertensión o la diabetes, entre otras. 

Según la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo y la causa fundamental del sobrepeso es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.

Las estadísticas más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que en España el 25 por ciento de los hombres y el 23 por ciento de las mujeres viven con obesidad, lo que se corresponde con un 9,7 por ciento del gasto total en salud. La Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) realizó en 2022 una encuesta a un millar de personas, de los que el 53,8 por ciento reconoció padecer exceso de peso, concretamente un 36,6 por ciento sobrepeso y un 17,2 por ciento, obesidad. 

Además, cuatro de cada 10 reconocía no realizar ningún tipo de ejercicio físico o dedicarle menos de una hora a la semana (incluyéndose todas las actividades, como andar a paso ligero, correr, trotar, montar en bicicleta, hacer gimnasia…), por lo que el sedentarismo se ha implantado en el 47,2 por ciento que indica que pasa entre una y cinco horas al día sentados, tumbados o inactivos.

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La obesidad es un problema que afecta a millones de personas en el mundo.Pixabay

¿Envejeceré antes si tengo obesidad?

Según un artículo publicado en la revista Obesity Reviews, los investigadores argumentan que la obesidad debe considerarse envejecimiento prematuro. En el estudio se observa cómo la obesidad “predispone a las personas a adquirir los tipos de enfermedades potencialmente mortales o potencialmente mortales que se ven normalmente en personas mayores: genomas comprometidos, sistemas inmunes debilitados, disminución de la cognición, mayores posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedad de Alzheimer, enfermedad cardiovascular, cáncer y otras enfermedades”.

¿Cuántos años te gustaría vivir? ¿Cómo crees que será tu salud en sus últimos años de vida? La respuesta a ambas preguntas tiene que ver con distintas variables: la genética que hemos heredado de nuestros familiares, el consumo de sustancias (drogas, tabaco y alcohol) y/o la exposición a tóxicos y, claro, cómo no, con nuestro estilo de vida.

Se sabe que el deporte y la nutrición son una de las llaves de la salud. De lo que no se tienen tantos datos y no se ofrece tanta información es de la relación entre obesidad y longevidad. “La ciencia, sin embargo, va estrechando cada vez más el cerco a los efectos del exceso de kilos y en los últimos cinco años se vienen publicando estudios con resultados prometedores. El más reciente, aparecido este mes de febrero en la revista 'Nature Aging', procede de la Universidad de Columbia, y concluye, a grosso modo, que la reducción del consumo calórico en un 25% puede ralentizar el envejecimiento y fomentar la longevidad”, explica César Montiel, médico especialista en antiage de Neolife.

Pero, cuidado, no se trata de autoimponerse una restricción extrema de alimentos para llegar a los 100 años, ni de ensayar esta u otra dieta para adelgazar. Esa pérdida de peso, explica el experto en antienvejecimiento, “tiene que ver con asegurar los nutrientes esenciales, de un lado, y del otro, eliminar los alimentos que descompensan nuestro sistema orgánico, haciendo trabajar en exceso a las células. O, dicho de otra manera, que hacen duplicar sus esfuerzos a los telómeros, que vienen a ser como un escudo defensivo de nuestro cuerpo”.

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Ejercicio y alimentación saludable, claves contra la obesidad.Pixabay

Para Montiel, “la obesidad es una enfermedad que se manifiesta en múltiples alteraciones, como desórdenes metabólicos, resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2, dislipidemia, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, desórdenes gastrointestinales y alteraciones musculoesqueléticas, entre otros. Este desequilibrio energético característico de la obesidad, explica, conlleva a la expansión del tejido adiposo, que provoca anomalías en la función de los adipocitos, como el estrés oxidativo (con la generación de especies reactivas de oxígeno), que es una de las principales causas del aceleramiento del envejecimiento”.

Vida sana contra la obesidad

Así pues, luchar contra el sobrepeso y la obesidad no es (o no es sólo) una cuestión de estética y de autoestima, sino de vivir más y mejor, y como nos dice el doctor, “de estar sanos, óptimos y eficientes, que  es uno de los pocos deseos que comparten las personas de todo el mundo. Comer menos, asegurando en la dieta los nutrientes necesarios con una alimentación saludable y tachando todo aquello que influya negativamente en el metabolismo de las grasas y los lípidos, reduce el riesgo de síndrome metabólico, que no es otra cosa que la posibilidad de sufrir infartos, ictus, diabetes y otras enfermedades”.

Claro está que esa reducción calórica debe estar personalizada y se deben identificar los factores de riesgo y los disparadores que motiven ese desequilibrio, y que por tanto lleven al paciente a la obesidad. Depende de cada paciente, “de su actividad física, de su composición corporal, del sexo, pero también de la composición de los alimentos. Por ejemplo, si una persona sigue una dieta de 1.000 calorías, pero está compuesta de comida rápida, sería una dieta inflamatoria en toda su extensión”.

Cuanto antes se adelgace, además, mejor, porque la obesidad y el sobrepeso del pasado condicionan la salud futura y las huellas permanecen en varios niveles: estético, metabólico y cardiovascular. “Si con todo lo expuesto, aún no se está convencido piensa en tus hijos, en la genética que pueden heredar, si aún no han nacido, y, finalmente, en los comportamientos poco saludables que pueden imitar”.

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