Imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo, las vitaminas influyen en numerosas funciones biológicas, algo que hace que su déficit sea perjudicial para la salud. Aunque una persona sana, y con una alimentación buena y equilibrada - protagonizada por frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales, tal y como señala la Organización Mundial de la Salud- es poco probable que sufra carencias nutricionales, es más habitual de lo que imaginamos.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), “las vitaminas son sustancias orgánicas presentes en cantidades muy pequeñas en los alimentos, pero necesarias para el metabolismo”. Así, es a través de los alimentos que forman nuestra dieta como nuestro cuerpo recibe las vitaminas necesarias para sus funciones. Sin embargo, según los expertos, son muchas las personas que, aunque convencidas de aportar al organismo las vitaminas necesarias, presentan un déficit de estas sustancias esenciales. Una carencia que, aunque imperceptible al principio, puede provocar problemas de salud a largo plazo.
Las señales que indican un déficit de vitaminas
Como comentábamos, el déficit de vitaminas, además de peligroso para la salud, es más habitual de lo que se piensa. Y no solo en casos como en las personas ancianas o embarazadas, cuyas necesidades requieren un aumento de vitaminas, o en dietas veganas sin ajustar.
Por ejemplo, son varios los estudios que desvelan que más del 50 por ciento de la población en España tiene carencia de vitamina D. Un dato sorprendente tratándose de una vitamina que se produce principalmente por la exposición solar, y nuestro país es uno de los que cuenta con más horas de sol al año.
Ante los casos de carencia de vitaminas, los expertos recomiendan prestar atención a este problema. Sin embargo, este déficit no suele ser detectado al inicio, ya que, aunque el cuerpo envía señales, estas suelen ser confundidas con otras causas. Por ello, es recomendable saber cuáles son esos síntomas que, en caso de notarse, es importante consultar con un especialista.
Problemas de visión
Los problemas de visión, especialmente cuando se trata de visión nocturna, pueden estar relacionados con un déficit de vitamina A, que tiene un importante rol en la salud ocular. La falta de esta vitamina impide la producción de ciertos pigmentos que produce el ojo para que la retina funcione correctamente y puede afectar a la capacidad de adaptación a la oscuridad y reducir la visión nocturna. Para ello, es recomendable aumentar el consumo de alimentos como la zanahoria, la lechuga, las espinacas, la calabaza, el tomate o el hígado de ternera.
Encías inflamadas y cicatrización lenta
Aunque son varias las causas detrás de una inflamación de encías, con incluso sangrado, descartadas patologías de base, la falta de vitamina C puede ser la responsable. Su carencia impide que el organismo repare los tejidos provocando esta molestia que también puede provocar una cicatrización de las heridas lenta. Para combatirlo, se recomienda el consumo de cítricos, brócoli, pimiento rojo o tomate.
Cansancio
La falta de vitaminas del grupo B, como la tiamina, riboflavina o niacina, puede estar tras la sensación de cansancio inusual. Para remediarlo, se aconseja aumentar el consumo de frutas y verduras, de cereales integrales, carnes como la de pollo o cerdo, pescados como la trucha, o los huevos. El déficit de vitamina C puede reducir el nivel de glóbulos rojos, provocando anemia, y en consecuencia, cansancio.
Infecciones recurrentes
La vitamina A es fundamental para el buen estado del sistema inmune del organismo, por lo que su carencia puede provocar la aparición habitual de infecciones. Para evitarlo, consume alimentos ricos en esta vitamina como los lácteos, los pescados, hortalizas de hoja verde y verduras naranjas o amarillas como la zanahoria, la calabaza o la batata.
Llagas en la boca
Aunque pueden aparecer por otras causas, una de las más habituales para la aparición de las llagas en la boca es una deficiencia nutricional. Así, según los expertos, pueden ser provocadas por la falta de vitaminas como la B12, y de otros nutrientes como el ácido fólico o el hierro.
Cabello y uñas frágiles
El estado del pelo y las uñas puede ser una clara alerta de cómo se encuentra nuestro organismo. Así, la fragilidad en estas zonas puede deberse a una carencia de vitamina B7, también conocida como biotina, una sustancia de la que depende que funcionen las enzimas responsables de la salud del cabello, de la piel y de las uñas. Algunos de los alimentos ricos en biotina son la yema del hueco, los frutos secos, las semillas y las legumbres.