Bienestar

Por qué cada vez más parejas hacen la vista gorda ante las infidelidades

Existe una tendencia en las relaciones modernas a pasar por alto los cuernos. ¿Por qué?

  • Por qué cada vez más parejas hacen la vista gorda ante las infidelidades

Existe una tendencia un tanto llamativa en las parejas actuales. Personas que tienen una relación heterosexual normativa, consolidada, pero que hacen la vista gorda ante las infidelidades

Un miembro de la pareja tiene un amante, y el otro lo sabe. Calla y hace como si no pasara nada, pensando que ya se cansará y dejará su affaire. Hay otras en las que incluso se ha hablado, y una de las personas de la relación ha decidido tolerar que su amorcito se divierta entre sábanas con otro individuo.

Nosotros conocemos, de primera mano, varios casos. Pero ¿por qué ocurre esto? ¿Por qué hay parejas que permiten la infidelidad?

Hacer la vista gorda ante la infidelidad

Aunque hay de todo y se están igualando las estadísticas con los años, lo cierto es la mayoría de los infieles son hombres. "Nos sorprende una y otra vez la capacidad de algunas personas para hacer la vista gorda ante la mala conducta de su pareja", Ellen Walker, experta en relaciones de pareja, a 'The Daily Mail'.

Cada vez más féminas rechazan la idea del divorcio para intentar reconstruir su matrimonio, siempre y cuando el novio no haya cruzado la "línea roja".

Nos sorprende la capacidad de algunos hombres y mujeres para hacer la vista gorda ante la mala conducta de su pareja

Este límite se sobrepasaría si él comete demasiadas infidelidades o cuando ha tenido una amante durante demasiado tiempo. También se considera "línea roja" si él gasta mucho dinero en otras mujeres con la tarjeta de crédito de ambos.

Ellas son las que más toleran

Las parejas parecen evitar a toda costa pasar por el trance del divorcio. En España, de hecho, las demandas han caído un 4,5% en 2017 respecto al año anterior, según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Asimismo, las solicitudes registradas en los juzgados han bajado de 119.859 (2016) a 114.491 (2017) en apenas doce meses. Y lo que es más significativo: el 2017 fue el año en el que menos peticiones de divorcio y separación se registraron en la última década.

Evitar problemas económicos

Además de evitarse el rollo del divorcio y de romper el núcleo familiar, parece que también tiene mucho peso el hecho de evitar posibles problemas financieros. No obstante, Walker no recomienda esta conducta, ya que quienes toleran corren el riesgo de "caer en el abuso de sustancias e incluso terminar siendo víctimas de violencia doméstica".

Evitar la separación y el divorcio motivan a pasar los cuernos por alto

La experta se sorprende de que haya tantas féminas que perdonen los cuernos. "No me refiero a un caso aislado de infidelidad o embriaguez, sino a mujeres que ante malas conductas frecuentes dan otra oportunidad a sus parejas, principalmente por su compromiso en la relación", afirma.

¿Y si la infidelidad no es tan grave?

La infidelidad sigue siendo condenada en la sociedad actual. Nadie quiere que le pongan los cuernos, y supuestamente nadie los pone. 

La terapeuta de parejas y gurú de relaciones Esther Perel asegura en su libro 'The State of Affairs: Rethinking Infidelity' (Harper) que las parejas deben tener un concepto más comprensivo de la infidelidad, ya que así tendrían más posibilidades de pasarla por alto.

Ser tan críticos con los cuernos nos lleva a ponerlos, ya que "el deseo de pecar no es malo, sino humano

La experta argumenta que necesitamos "una conversación más matizada y menos crítica al respecto", para considerar "las complejidades del amor y el deseo no siempre responden a las clasificaciones de víctima o culpable", recoge 'The New Yorker'.

Lo saben y callan, hasta que se hartan

Y apunta que ser tan críticos con los cuernos nos lleva a ponerlos, ya que "el deseo de pecar no es malo, sino humano". La terapeuta critica además el rechazo social que hay en torno a la infidelidad, y apunta que muchas parejas se ven presionadas a romper por temor a posibles condenas de los que la rodean.

Además, Perel apunta que unos cuernos incluso pueden aumentar el interés de ambos por mantener unida su relación y que "reaviva la pasión".

Y tú, lector, ¿eres infiel? ¿Te han puesto o te ponen los cuernos y lo toleras?

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