La pérdida auditiva puede suponer un gran reto dentro del entorno laboral de la persona que la sufre, ya que implica una adaptación a las distintas situaciones comunicativas que se pueden producir. Más de la mitad de los españoles afirma no tener suficiente información sobre cómo cuidar su audición y no es consciente del riesgo al que la expone.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 1.000 millones de personas en todo el mundo de entre 12 y 35 años están en riesgo de pérdida auditiva por exposición prolongada y excesiva al ruido. La pérdida de la audición afecta actualmente a un 20 por ciento de la población mundial; la mayoría de ellas, de forma leve. Sin embargo, una parte sustancial, el 5,5 por ciento, sufre niveles de pérdida auditiva moderados o mayores que, de no ser tratados, muy probablemente afectarán sus actividades diarias y su calidad de vida. Son datos del Informe Mundial sobre la Audición, realizado por la OMS.
Precisamente, algunos de los mitos más destacados sobre la pérdida auditiva están relacionados con la afectación de la calidad de vida, la salud y las relaciones, así como el asociarlo a un problema de personas mayores. “Con estas previsiones es fundamental, no solo la prevención, sino el acceso a la información sobre las señales de pérdida auditiva y los tratamientos.
A día de hoy todavía existe mucha desinformación, lo que supone una limitación para mejorar la calidad de vida de las personas que la sufren. Sin duda, dar con la solución, en la mayoría de los casos el audífono, ahorraría muchos otros problemas relacionados con el deterioro cognitivo y las relaciones laborales y sociales”, subraya José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon.
La pérdida de audición no es solo de mayores
Estos problemas de audición no solo afectan a los oídos personas mayores, por lo que tener una buena salud auditiva es clave para evitar problemas mayores en un futuro y, sobre todo, en nuestra vida cotidiana. “Cada vez nos encontramos con personas a edades más tempranas con pérdida auditiva debido a la exposición prolongada y excesiva por la escucha de música con reproductores de audio personales a volúmenes excesivos o en espacios recreativos como clubes nocturnos, bares, conciertos…”, nos explica Javier Santos, AuD, audiólogo de Clínica Universidad de Navarra.
“También, como consecuencia de la exposición sin protección adecuada en ambientes o máquinas muy ruidosos. Aunque el envejecimiento influye como es lógico, también el mundo en el que vivimos nos está exponiendo a diario a una cantidad de ruido que está dañando nuestra audición, por lo que debemos protegerla con una serie de medidas de prevención”, añade Santos. La mitad de la población cree que la pérdida auditiva afectaría a su trabajo, por detrás de las relaciones sociales y familiares, según el estudio La importancia de la audición: escuchar para cambiar el mundo, promovido por la citada empresa.
Así, puede implicar una serie de dificultades en el día a día para la persona que la sufre: malentendidos o desinformación que dan lugar a errores, pérdida de tiempo ante la necesidad de repetir, problemas para desempeñar tareas comunicativas o para trabajar en ambientes con un cierto nivel de ruido, participar en reuniones con varias personas, o entender el habla en locales con varias conversaciones simultáneas.
“Si la pérdida auditiva no se trata con una solución adecuada a cada necesidad, como puede ser el audífono, se tenga la edad que se tenga, puede derivar en una serie de problemas en la calidad de vida de la persona: en niños puede suponer un retraso en la adquisición del lenguaje y en su desarrollo. Y en adultos puede acelerar el deterioro cognitivo y conducir a aislamiento social, depresión, ansiedad y estrés”, nos dice el experto de la Universidad de Navarra.
“Por eso es tan importante ponerse en manos de un especialista en audición para ponerle solución y que la persona pueda adaptarse lo antes posible a los dispositivos que ayudan a oír y entender el habla como los audífonos, que pueden incorporar toda una serie de funcionalidades que le ayudarán a mejorar su día a día en su trabajo”, explica Blanco.
Pérdida auditiva y trabajo
Ante cualquier duda o circunstancia especial que pueda surgir en el entorno laboral del trabajador con pérdida auditiva es importante pedir ayuda de un especialista en audición que pueda ofrecer consejos, ajustar los audífonos a las necesidades del entorno laboral o incluso incorporar aplicaciones que faciliten su día a día. Algunos consejos que pueden seguirse para convivir con la pérdida auditiva en el trabajo son:
- Pedir consejo profesional: el profesional especializado en audición, como el audioprotesista, puede proporcionar al trabajador con pérdida auditiva consejos, materiales de comunicación, información sobre elementos de protección auditiva, así como otras fuentes de apoyo que le sirvan para desempeñarse mejor en su entorno laboral.
- Apoyarse en el entorno: es recomendable contárselo a las personas más relevantes de su entorno y a aquellas que pueda ser conveniente, tanto por motivos profesionales como de seguridad por cuestión de alarmas, advertencias en megafonías...
- Hacer algunos cambios en la organización del trabajo: las personas con pérdida auditiva no tienen problemas para utilizar mensajes, correo electrónico..., y a la hora de realizar llamadas pueden beneficiarse de las posibilidades de conexión de los audífonos con los teléfonos fijos o móviles. En cualquier caso, y siempre que sea posible, es conveniente utilizar una habitación tranquila o ambientes con el menor ruido posible.
- Preparar las reuniones: es mejor organizar reuniones presenciales alrededor de una mesa para que todos puedan verse la cara, siempre que sea posible. En el caso de que necesariamente tenga que ser por videoconferencia, sería bueno animar a los participantes a emplear el uso de la cámara para facilitar la lectura de labios al interlocutor con pérdida auditiva durante las reuniones virtuales. También puede ayudar, en caso de que la presentación sea muy larga, pedir un guion y el orden del día para que se pueda leer mientras se expone. Además, también conviene pedir después el acta de reunión.
- Adaptar las conversaciones: ante una conversación con algún compañero, es preferible informarle de la pérdida auditiva para que pueda hablar despacio y de forma clara, que esté preparado para tener que repetir, facilite la lectura de labios (importante sobre todo cuando el trabajador tiene una pérdida auditiva severa), no dé la espalda o hable a distancia, ni en susurros, etc.