¿Crees que dormir más horas es sinónimo de mejor salud? ¡Piénsalo dos veces! Según el Instituto del Sueño, exceder las 8 horas recomendadas puede ser perjudicial para tu bienestar. Es cierto que dormir es una de las actividades más importantes para mantener nuestra salud física y mental en equilibrio, pues, durante el sueño, nuestro cuerpo realiza procesos vitales para la regeneración celular, el fortalecimiento del sistema inmunológico y el equilibrio metabólico.
Sin embargo, cuando se excede el número de horas recomendadas, los beneficios del descanso pueden tornarse en efectos negativos. Un reciente informe del Instituto del Sueño advierte sobre los riesgos de dormir más de 8 horas al día y cómo este hábito puede convertirse en un peligro significativo para la salud.
A continuación, desvelaremos los riesgos del exceso de sueño y por qué es fundamental encontrar el equilibrio perfecto entre descanso y actividad.
El hipersomnio: un trastorno subestimado
El hipersomnio, o exceso de sueño, es un trastorno que afecta a quienes duermen más horas de las necesarias para recuperarse de la fatiga diaria. Aunque es común pensar que dormir más es siempre beneficioso, los expertos subrayan que en los adultos, el rango óptimo de sueño se encuentra entre 6 y 8 horas por noche. Dormir más allá de este límite puede desencadenar problemas de salud serios.
La neuróloga Celia García Malo, experta en trastornos del sueño, explica que el cuerpo humano es un sistema finamente equilibrado que requiere ciertas cantidades de sueño para funcionar correctamente. “Mientras dormimos, tienen lugar procesos metabólicos e inmunológicos imprescindibles para mantenernos sanos. Dormir más de lo necesario puede desajustar ese equilibrio y generar más problemas de los que creemos”, comenta García Malo.
¿Por qué el sueño excesivo puede ser perjudicial?
Dormir más de 8 horas puede parecer inofensivo, pero según estudios recientes, prolongar el descanso de forma sistemática podría ser tan dañino como dormir muy poco. Aquí te explicamos los principales riesgos:
1. Alteraciones en el estado de ánimo y salud mental
Diversos estudios han encontrado una relación directa entre el exceso de sueño y problemas emocionales como la depresión y la ansiedad. El hipersomnio puede alterar los ritmos circadianos, lo que interfiere en la regulación hormonal y los neurotransmisores, afectando el estado de ánimo. “El sueño excesivo tiende a incrementar la sensación de fatiga durante el día, lo que a su vez puede contribuir al desarrollo de cuadros depresivos”, explica García Malo.
2. Mayor riesgo de diabetes
Dormir demasiado está relacionado con un aumento en los niveles de azúcar en la sangre, lo que incrementa el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este trastorno metabólico afecta a millones de personas en todo el mundo, y el control del sueño es clave para prevenir su aparición. Un estudio del Instituto del Sueño ha demostrado que quienes duermen más de 9 horas al día tienen un 30% más de probabilidades de desarrollar diabetes en comparación con quienes mantienen un descanso adecuado.
3. Enfermedades cardiovasculares
La relación entre el sueño prolongado y las enfermedades del corazón es otro motivo de preocupación. Dormir más de ocho horas de forma regular aumenta el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, hipertensión y otras enfermedades cardíacas. De hecho, investigaciones han demostrado que el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares aumenta un 40% en quienes duermen más de 10 horas diarias.
4. Problemas de concentración y función cerebral
Aunque pueda parecer contradictorio, dormir más no siempre resulta en una mente más despierta y productiva. El sueño prolongado está asociado con problemas de memoria, dificultad para concentrarse y una menor agilidad mental en las actividades diarias. Esto se debe a que, tras un número determinado de horas, el sueño entra en una fase ligera que no es tan reparadora como el sueño profundo.
5. Alteraciones metabólicas y riesgo de obesidad
Dormir demasiado puede afectar los ritmos biológicos y los horarios de las comidas, lo que provoca alteraciones en el metabolismo. Este desajuste, sumado a la reducción en la actividad física que suele acompañar al hipersomnio, incrementa el riesgo de obesidad. Estudios han demostrado que las personas que duermen más de la cuenta tienen más probabilidades de ganar peso de forma descontrolada.
¿Cuál es la cantidad ideal que hay que dormir?
La cantidad de sueño necesaria varía según la edad y las circunstancias personales. Los recién nacidos pueden dormir hasta 20 horas al día, mientras que los adolescentes necesitan entre 7 y 9 horas. En el caso de los adultos, el rango ideal se sitúa entre las 6 y 8 horas de sueño profundo.
Celia García Malo subraya la importancia de mantener un equilibrio. “El ser humano es un animal diurno. La luz natural nos ayuda a mantenernos despiertos, mientras que la oscuridad induce el sueño. Para obtener un descanso de calidad, lo ideal es dormir durante la noche en un entorno oscuro y tranquilo”.
En definitiva, dormir bien es esencial para la salud, pero el exceso de sueño puede tener el efecto contrario. Mantenerse dentro del rango recomendado de 6 a 8 horas de sueño profundo es crucial para disfrutar de los beneficios reparadores que nuestro cuerpo necesita. El hipersomnio puede ser un signo de otros problemas subyacentes, por lo que si sientes que necesitas dormir más de lo normal, es recomendable acudir a un especialista.