Bienestar

Siete razones por las que estás engordando (y no tienen nada que ver con tu dieta)

Si has ganado unos kilos y sigues comiendo lo mismo de antes, es posible que te ocurra algo de esto

Haces todo bien. Comes sano, no pecas demasiado con los 'extras' y tampoco te hinchas a alcohol ni a refrescos. Sin embargo, desde hace un tiempo notas que no paras de engordar. Te notas hinchado, has subido un par de kilos y no le encuentras ninguna explicación. ¿Qué es lo que puede estar pasando?

Hay razones que nos hacen subir de peso, y que no tienen nada que ver con la dieta o el ejercicio que sigamos. Si estás seguro de que no has engordado porque te has estado sobrealimentando o has cambiado tus menús convencionales, sigue leyendo porque te va a interesar.

Por qué estás engordando: siete razones

A continuación, te explicamos las siete razones que pueden explicar tu aumento de peso repentino y extraño. Muchas tienen que ver con tus hábitos y otras con tu genética o tu edad. 

1) No duermes lo suficiente

Puede parecer baladí, pero si no duermes bien por las noches lo acabarás notando en tu báscula más pronto que tarde. Algunos investigadores han investigado la relación entre la falta de sueño con el aumento de peso, y creen que simplemente es porque al estar más horas despierto consumes más calorías

No obstante, otros expertos, creen que se debe a un tema hormonal: cuando no duermes lo suficiente, las hormonas cambian y segregas una en concreto (grelina) que te hace sentir más hambre. Además, segregas menos de otra (leptina) que es la que te avisa de que ya has comido suficiente.

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No duermes bien

2) Estas estresado

El estrés te hace engordar. Tener un nivel elevado de cortisol puede ser bueno durante un tiempo, pero el estrés crónico, aquel que se alarga durante meses, puede provocar un aumento de peso. Tu cuerpo, al estar en este estado de alarma continua, piensa que necesitas las calorías y la grasa porque cree que hay peligro.

Un estudio de 2018 concliyó que existe una conexión entre el nivel alto de cortisol y la materia grasa. De hecho, la investigación reveló que el cortisol puede afectar el ritmo circadiano de una persona, lo que hace que ésta engorde.

Estás muy estresado

3) Estas deprimido

Si estás deprimido es posible que tu aumento de peso se deba a ello. Puede ser que hayas engordado por los antidepresivos, si es que tomas medicamentos, o por sentirte triste y solo.

Un estudio de 2015 monitorizó a 362 pacientes que tomaban antidepresivos y concluyó, tras 36 meses, que el 55% había aumentado de peso. Otro estudio de 2010 reveló que las personas que se sienten tristes y solas aumentan de peso más rápido que las que tienen menos síntomas relacionados con la depresión. Esto último podría deberse a que las personas, cuando se sienten mal, suelen comer alimentos con alta carga calórica.

Estás triste

4) Tu intestino funciona mal

Los problemas digestivos, incluido el estreñimiento, también pueden explicar el exceso de peso. Si no vas al baño con facilidad y con asiduidad (una o dos veces al día), puede ser la razón de que hayas engordado.

Otro posible factor de riesgo podría estar en tu flora intestinal o microbioma. Varios estudios relacionan la mezcla de bacterias en el intestino con el aumento de peso, especialmente si no tienes un correcto balance de bacterias buenas y malas. 

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Tu intestino no funciona bien

5) Te faltan estos nutrientes

Si tienes niveles bajos de magnesio, hierro o una deficiencia de vitamina D, reduces tus niveles de energía y puedes alterar tu metabolismo. Este deficit de nutrientes y vitaminas tiende a ser compensado con la ingesta de cafeína, dulces y hidratos de carbono simples (pan, bollos, pasta, arroz...), que son los que nos engordan.

Te faltan vitaminas

6) Te estas haciendo mayor

Hay diferentes teorías relacionadas con el aumento de peso y la edad. Una de ellas es la que apunta a los cambios hormonales

En torno a los 50 años, las mujeres sufren la menopausia, que se atribuye a una fuerte caída en la producción de estrógenos, que provoca el incremento de la grasa corporal. Esta misma hormona también afecta a los hombres de esa edad, tal y como revela un estudio publicado en el New England Journal of Medicine, que determinó que aunque en ellos la falta de testosterona parece ser responsable del aumento de la masa corporal magra (sin grasa), es en realidad la ausencia de estrógeno la principal responsable de la acumulación de grasa.

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Se está haciendo mayor

7) Comes por la noche

El metabolismo se va ralentizando a lo largo del día, por eso es importante dejar de comer sobre las ocho de la tarde. Lo que ingieras a partir de esa hora, difícilmente lo quemarás, ya que estarás en reposo y tu cuerpo comienza a ir más lento en el gasto de energía.

Un estudio demostró que las personas que hicieron su ingesta más grande en la cena tenían un IMC (Índice de Masa Corporal) más alto que los que hacían su mayor ingesta en el desayuno o la cena. 

Come cada tres o cuatro horas y muy poco por la noche

Y esto es todo, lector. ¿Te hemos sacado de dudas?

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