La erección puede llegar en algunas situaciones en las que no nos gustaría que apareciera. Hablamos de las llamadas erecciones aleatorias o involuntarias y que duran apenas un par de minutos. Se producen sin ningún tipo de estimulación o excitación sexual -de hecho no siempre o, mejor dicho, casi nunca, llevan a un orgasmo- y pueden aparecer fuera de un contexto de relaciones sexuales.
Cuando un hombre tiene una erección involuntaria le puede generar cierto estrés e incluso vergüenza si se encuentra rodeado por más gente que lo puede ver. No siempre los estímulos que provocan una erección son de tipo erótico y pueden aparecer tanto de día como de noche mientras duermes. No hay una causa concreta que explique este tipo de erecciones fuera del sexo pero pueden darse por un movimiento concreto, por el roce de la ropa con los genitales, por ansiedad o incluso a la hora de hacer algún ejercicio físico.
Las erecciones son un evento de carácter vascular. Durante una erección el sistema neurológico, circulatorio y endocrino trabajan de manera simultánea, aunque los dos primeros son los más importantes ya que el primero media en la vasodilatación y la vasoconstricción de los vasos sanguíneos y el circulatorio proporciona un flujo sanguíneo adecuado al tejido cavernoso. La liberación de neurotransmisores de las terminales nerviosas cavernosas se produce después o durante una estimulación sexual, ya sea física, mental o incluso visual.
Cómo se produce una erección involuntaria
La mayoría de los hombres se despierta en ocasiones por las mañanas con una erección. Seguro que no ha pasado nada que haga se produzca una excitación, pero sucede. A esto se lo denomina tumescencia peneana nocturna. No está relacionada con problemas físicos ni patologías médicas, pero sí que puede resultar incómoda en algunas situaciones.
Además, el pene puede volverse erecto durante la noche cuando el hombre está soñando con algo que le lleva a despertarse y que puede estar provocado por la retención de orina, que ocurre cuando la vejiga está llena e inicia el llenado de los uréteres con orina, lo cual puede estimular el pene lo suficiente como para provocar una erección.
Cuando un hombre tiene una erección involuntaria y que no tiene que ver con la estimulación sexual no es preocupante. Son más comunes en hombres jóvenes y uno de los motivos que puede provocarlas es un cambio en los niveles de testosterona. No hablamos por lo tanto de un problema de disfunción eréctil (algo que, según un estudio de la Asociación para la Investigación en Disfunciones Sexuales en Atención Primaria (AISD-AP) del Hospital Puerta de Hierro sí afecta al 42,68% de los varones que acuden a consultas de Atención Primaria y que podría llegar a afectar a 322 millones de hombres en el mundo hasta 2025).
Trucos contra una erección involuntaria
Seguro que en alguna ocasión te has sentido incómodo cuando has notado que estás teniendo una erección ‘sin querer’. Lo primero es no agobiarse y tratar de pensar en otra cosa para que tu organismo y tu cerebro vuelvan al lugar en el que estaban antes del evento. Pero, ¿cómo se puede controlar o hacer que ‘todo vuelva a su sitio’? Te damos cinco buenos trucos para conseguirlo.
- Cambia de posición. Si estás sentado, cruza las piernas o usa algún objeto para taparla, y si estás de pie y hay gente a tu alrededor, lo mejor es girarte o incluso meter las manos en los bolsillos, un gesto que no llamará la atención puesto que es bastante habitual.
- Date un paseo. Uno de los mejores trucos para bajar o disimular una erección aleatoria es salir a caminar durante unos minutos. El aire en la cara te hará relajarte. Además, intenta pensar en otra cosa que no sea eso para que al distraerte te olvides y baje sin problemas.
- Haz ejercicio. Si te ocurre estando en el gimnasio -algo que suele pasar- o mientras estás en casa, trata de llevar a cabo algún estiramiento sencillo o algún ejercicio aeróbico como hacer flexiones o incluso salir a correr. Conseguirás relajarte de manera rápida y centrarás tu atención en otro punto que no sea esa parte de tu cuerpo. Las rutinas físicas y la concentración en algún deporte son perfectas para relajarse.
- Controla tu mente. Es clave que si te sucede una erección involuntaria, sepas cómo mandar tus pensamientos hacia otro lugar. Hay veces que una simple imagen o un aroma pueden provocar una erección sin quererlo. Toma las riendas de tu mente e interrumpe lo que estuvieras pensando para que tu cuerpo se relaje. Desvía tu atención y deja a un lado cualquier pensamiento erótico que pueda excitarte.
- Come algo. A veces la ansiedad se puede canalizar a través de la alimentación. Si estás pasando por un momento incómodo, come algo, así el centro de atención se dirigirá al sentido del gusto y la energía que tengas comenzará a fluir en otro punto de cuerpo. Prueba a ingerir una pieza de fruta o unos frutos secos. Es una forma más de distraerte.
Cómo reducir la erección ‘matutina’
Como decíamos, despertarse con una erección es algo habitual en muchos hombres y no tiene que ser preocupante. Para tratar de que esto se produzca el menor número de veces posibles deberías:
- Acostarte siempre a la misma hora. Esto es bueno no solo para dormir mejor y conciliar el sueño con mayor facilidad, sino que nos permite controlar las horas a las que ingerimos líquidos por la noche. Intenta no tomar nada dos horas antes de irte a dormir para evitar que la vejiga retenga orina en la noche.
- Ve al baño antes de dormir. Aunque no tengas ganas, es importante ir al aseo justo antes de acostarnos para expulsar toda la orina que haya en la vejiga.
- Mantener relaciones sexuales antes de dormir. Al eyacular se produce una eliminación natural de testosterona y esto reduce la posibilidad de excitarse sexualmente durante el sueño.
- Acostarse en una posición que no estimule el pene. Se puede dormir de lado y así evitar la fricción del pene con el colchón.
