La libido es una necesidad psíquica, algo similar a un impulso primario, pero no es como la necesidad de comer, beber o dormir. Dicho de otra manera, nadie se muere si no tiene relaciones sexuales. Pero el sexo sí es importante, especialmente si se quiere mantener una relación a largo plazo. Según las investigaciones, cuando las parejas manifiestan una alta satisfacción sexual, esta contribuye en un 15 y un 20 por ciento a la satisfacción general de su relación.
Pero otras investigaciones han descubierto que las parejas con baja satisfacción sexual representan entre el 50 y el 70 por ciento de la satisfacción total de su relación. “Las parejas deben entender que el deseo cambiará de forma natural a medida que se acerquen y construyan una vida juntos. Por esta razón, necesitan cultivar la libido en una relación de forma activa, lo que a veces es más fácil de decir que de hacer”, nos explica Megwyn White, directora de educación de Satisfyer y sexóloga clínica certificada.
La discrepancia del deseo sexual es bastante habitual y ocurre en aproximadamente el 80 por ciento de las relaciones. Al igual que el gusto por la comida y la música varía enormemente de una persona a otra, también lo hace el deseo sexual. Cuando las parejas recuerdan los viejos tiempos en los que el sexo era fácil, suelen olvidar los intensos altibajos y los pensamientos obsesivos que acompañaban a esos años probablemente.
La libido tiene sus fases
“La Nueva Energía de Relación (NRE), que se traduce en sentimientos emocionales y sexuales intensos, es el término acuñado para describir la etapa inicial en la que vemos a nuestra pareja a través de gafas de color rosa combinadas con un gran deseo sexual. Esta etapa en una relación está programada para ayudarnos a avanzar hacia el apareamiento y también nubla nuestro juicio y nos hace anhelar a nuestras parejas y fantasear cuando no están allí”, dice la sexóloga.
Se puede considerar como la fase en la que uno se ‘engancha’ a su amante y siente la necesidad de reunirse íntimamente para conseguir su dosis de amor. Sin embargo este estado de aumento de la libido empezará a cambiar de forma natural de los seis a 12 meses de la relación, a medida que las parejas se conocen más. Esto es algo bueno porque la mayoría de las personas no pueden manejar este estado de exaltación de la atracción durante demasiado tiempo.
Pero algunas personas pueden descubrir que son ‘adictos al amor’ crónicos y pasarán rápidamente de una relación intensa a otra. Para aquellos que entran en la siguiente etapa de la relación que se conoce como Energía de la Vieja Relación (ORE), irán construyendo un nido de seguridad y hábitos de conexión que formarán el tejido conectivo de su relación.
Cómo tratar una libido desigual en la pareja
En general, lo mejor para tratar la discrepancia en la libido es reconocer que hay diferencias y centrarse en las cinco C: el compromiso, la creatividad, la compasión, la comunicación y la creación de un espacio son claves para ayudar a mantener una vida sexual sana. Todos estos elementos ayudan a potenciar la interdependencia sexual, que consiste básicamente en trabajar en equipo para apoyar el nexo de la relación. Esto se ha relacionado con la satisfacción sexual, especialmente a largo plazo.
Compromiso. También puede significar acordar una hora fija para tener una cita sexual que pueda funcionar para ambos. Puede ayudaros a planificar el ambiente, limitar las distracciones y asegurar que estáis en el estado de ánimo adecuado para el sexo. También significa que hay que tener en cuenta los intereses sexuales, las manías de cada uno y llegar a un acuerdo sobre cuáles explorar y cuándo.
También puede significar que acordéis que el miembro de la pareja con bajo deseo inicie la relación sexual, ya que la persona de alto deseo puede quedar atrapada en un ciclo negativo y autodestructivo al sentir que sus intenciones no son bien recibidas. “Establecer compromisos en el dormitorio también te ayuda a negociar compromisos a lo largo de la relación, con la ventaja añadida del placer, la conexión y posiblemente incluso el orgasmo, lo que supone un triunfo para todos”, nos dice White.
Creatividad. Ser creativo puede potenciar en gran medida tu capacidad para lidiar con la discrepancia del deseo. La creatividad aumenta la dopamina, que es la clave para activar el deseo. Ser creativos también nos ayuda a salir de nuestra propia zona de confort, lo que ayudará a potenciar la confianza, al tiempo que te ayuda a ver a tu pareja con otros ojos. El sexo es algo que puede evolucionar continuamente, así que mantén la creatividad en el dormitorio incorporando cosas como los juguetes sexuales, los juegos sexuales…
Compasión. Es muy importante en una relación y es particularmente importante cuando se trata de una discrepancia en la libido. La pareja con menos deseo tiende a posicionarse en el papel de tener mayor poder y la pareja con más deseo a menudo se siente triste, derrotada, rechazada, o las tres cosas cuando no recibe la respuesta positiva al encuentro sexual.
Entender y honrar las necesidades de tu pareja como algo importante y válido es esencial para minimizar los sentimientos negativos que acompañan a la persona con poco deseo. El aprecio también es clave para ayudar a tu pareja a saber que todavía la valoras por lo que es y puede ayudarte a mantenerte positivo mientras navegas por la discrepancia del deseo.
Comunicación. Tener una buena comunicación es siempre importante, especialmente cuando se navega por temas sensibles que surgen con la discrepancia de deseo. Cuando esto aparece es común esconder los sentimientos y luego desatar una lista de demandas cuando encuentras tiempo para hablar, lo que sólo te mantendrá en modo defensa. Intenta ser sincero en tu comunicación, pero utiliza siempre un lenguaje que no sea acusador y que dé prioridad a los sentimientos y deseos.
Por ejemplo, utiliza afirmaciones del tipo "yo" en lugar de afirmaciones del tipo "tú siempre...". Reconoce los sentimientos de tu pareja y reflexiona con frases como "Creo que te he oído decir.... ¿Es eso cierto?". Una buena comunicación también puede ser una gran excitación por derecho propio, por lo que siempre es una inversión que merece la pena, aunque puede que necesites el apoyo de un terapeuta o un entrenador sexual para que te ayude, especialmente si la comunicación no es tu punto fuerte o no te la han enseñado desde el principio.
Crear espacio. La familiaridad a menudo puede generar desprecio. Estar demasiado cerca de tu pareja puede afectar en gran medida a tu capacidad de experimentar el deseo. Es difícil desear algo que ya se tiene. Es clave que las parejas creen un espacio y una distancia entre ellas, pasando tiempo a solas o dedicándose a sus propias aficiones o reuniéndose con sus amigos. Esto puede ayudar a alimentar la experiencia de echar de menos a la pareja, a la vez que impulsa el crecimiento personal, lo que puede ser un gran estímulo para la pareja.