El micro-cheating es una manera de ocultar algo a la pareja y engloba muchas actividades que casi siempre suelen ir asociadas a las redes sociales. Con este microengaño, la persona siente excitación o deseo sexual por otra que no es su pareja y lo hace siempre a escondidas de ella.
Este tipo de engaño puede o no ser una infidelidad y como siempre decimos cada pareja tiene sus normas y sus límites y lo que para una es una infidelidad, para otra puede quedar en nada. Pero es cierto que en el micro-cheating se oculta información a un miembro de la pareja y esto puede tener un impacto negativo en la felicidad de la relación de pareja, ya que puede dar al traste con la honestidad y confianza depositada por el otro miembro en la persona que le está ocultando sus deseos o actuaciones.
Según el estudio paneuropeo 'Infidelidad y evolución de las relaciones no monógamas en España y Europa' de Gleeden, un 42 por ciento de los hombres españoles y un 31 por ciento de las mujeres españolas han sido infieles alguna vez en su vida. Además, seis de cada 10 personas que ha sido infiel no se arrepiente y el 17 por ciento de españoles y el 10 por ciento de las mujeres serían infieles si supieran que no sus parejas no les iban a pillar.
La infidelidad tiene muchas caras y puede ser desde meramente física y puntual a romántica y que termine con uno de los dos o los dos enamorándose o incluso virtual a través de una aplicación o de las redes sociales y que no pase de ahí. Una infidelidad además no significa el final de una relación y no siempre termina en ruptura, aunque es cierto que en muchos casos requiere tiempo y hasta terapia para poder superarla.
Según explica Martin Graff, profesor de Psicología en la Universidad de Gales de Sur, “la infidelidad ha evolucionado a medida que nuestras vidas se vuelcan más en internet”. Para él, el micro-cheating es “cualquier acto o comportamiento de alguien en una relación de pareja que sugiera que hay una tercera persona emocional o físicamente involucrada”.
Hablaríamos de pequeñas acciones aparentemente sin importancia que pueden derivar en algo más importante. El micro-cheating es una traición sutil y necesita del secreto (algo que puede además ser muy excitante para el que lo hace) para alimentar la llama. Pero debe quedar claro que no siempre que se habla con alguien por redes sociales se comete una infidelidad y que nadie debe controlar lo que uno hace o deja de hacer con sus amistades.
Claves del micro-cheating
Este microengaño se puede manifestar de muchas maneras, pero hay algunos ejemplos que dejan bien claro lo que es:
- Un coqueteo con alguien que no es tu pareja. A todos nos gusta gustar y eso no significa que se cometa una infidelidad. Puede suceder de manera instintiva y no significar absolutamente nada, pero si ese coqueteo se mantiene en el tiempo o se repite cada vez que esa persona coincide con otra, puede llevar a algo más.
- Mandar mensajes a otra persona. No hablamos de mensajes a un amigo o una amiga, algo totalmente sano y normal, sino de mensajes a alguien que quizá nos resulta atractivo o que claramente nos ha manifestado que tiene algún interés en nosotros más allá de la amistad.
- Hacer planes con otra persona… sin contárselo a la pareja. Si alguien oculta un plan es por algo. No hablamos de salir con amigos o con gente conocida, sino de tener un plan secreto con una persona que nos gusta y que no vamos a contarle a nuestra pareja. Esa cita puede terminar en una relación íntima o incluso en una relación romántica, una infidelidad en toda regla.
- Conoces a alguien y dices que eres soltero. Si estás en una relación de pareja y cuando conoces a alguien ni siquiera lo mencionas, ahí hay un microengaño. ¿Por qué esa persona oculta a otra que está en pareja? ¿Qué intención hay en dejar claro que está soltero si en realidad tiene pareja?
Y tú: ¿practicas micro-cheating?
No es fácil descubrir a un infiel y en muchas ocasiones el afectado es el último en enterarse de la infidelidad. Pero hay algunas claves que pueden hacernos pensar que nuestra pareja estaría haciendo micro-cheating o que en algún momento podría llegar a sernos infiel de manera más clara y evidente. Incluso nosotros mismos podemos estar haciendo micro-cheating quizá sin ‘darnos cuenta’. Puedes hacerte algunas preguntas para saberlo:
¿Sigues enviando mensajes a tu ex? Por supuesto que no hay nada malo en seguir manteniendo una amistad con una expareja y no tiene por qué significar nada más que sigáis en contacto. Pero es verdad que si la relación no se cerró del todo o sigue habiendo algún resquicio de amor o pasión entre vosotros, esa llama podría volver a chispear si habláis a menudo y en algunos términos tal vez no demasiado de amigos sino de algo más.
¿Tienes amistades platónicas online? Con las redes sociales es fácil caer en el micro-cheating, ya que parece que lo que está en las redes sociales no es real. Pero sí que lo es. Si has comenzado amistades a través de una red social, cuídate de no ir más allá, porque entonces no sería una nueva amistad sino una posible ilusión. Lo que empieza por un ‘me gusta’ puede terminar en descubrir que compartís más cosas de las que pensáis y que entre vosotros haya algo más. Si tienes pareja, quizá no le siente demasiado bien.
¿Tienes pareja y sigues en una app de ligar? Si esto es así, deberías plantearte si de verdad quieres algo serio con tu pareja. Si sigues en una app de ligar mientras empiezas una relación es más normal, pero si lo haces cuando tu relación ya está encaminada, te hará caer en la tentación de hablar con otras personas y de quizá conocer a alguien que te guste. Piensa en la otra persona, seguro que a ti no te gustaría que ella o él hicieran lo mismo.