Si hay un objetivo importante para cualquier empresa es cumplir el Plan Estratégico. Naturgy lo ha logrado batiendo cualquier previsión. La compañía ha alcanzado la meta de su programa de desinversiones y ha acelerado su plan de eficiencias.
Esto es resultado, entre otros motivos, de la transformación 360 que ha sufrido y que ha ido desde su presidente, Francisco Reynés, hasta su accionariado y su propia marca; transformación que el directivo mallorquín ya anticipó en la Junta General de Accionistas al presentar la hoja de ruta a 2022 y tras asegurar que iban a ir “más lejos”.
Aunque en el camino se ha topado trabas, como la propuesta del cambio de modelo en la retribución a las redes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Naturgy continúa con la vista puesta en nuevos retos y oportunidades.
El giro verde de la empresa
El cierre de todas las plantas de carbón de la compañía - Meirama (A Coruña), Narcea (Asturias) y La Robla (León) - es uno de los cambios implantados en el negocio. Una vez que el Ministerio para la Transición Ecológica lo apruebe, comenzará el desmantelamiento de las centrales térmicas.
Con el objetivo de no perder la relación con estos territorios en los que ha basado su actividad durante décadas, Naturgy mantiene conversaciones con las administraciones para buscar diferentes alternativas que ayuden a mantener el desarrollo económico de estas zonas. Dentro de su Plan Estratégico se contempla sustituir esta capacidad contaminante por energía limpia que provenga de parques eólicos y plantas fotovoltaicas.
En el período 2018-2019 invertirá un total de 955 millones de euros en el desarrollo de renovables en España, lo que hará que esta compañía aumente este ejercicio un 82,8% su potencia instalada en renovables
La compañía está construyendo diversos proyectos renovables en distintas Comunidades Autónomas. En el período 2018-2019 invertirá un total de 955 millones de euros en el desarrollo de renovables en España, lo que hará que esta compañía aumente este ejercicio un 82,8% su potencia instalada en renovables con respecto a 2018, hasta los 2.052 MW.
Uno de los más recientes es el mayor complejo de energía fotovoltaica de Castilla-La Mancha, que la empresa puso en marcha a finales de septiembre. Naturgy ha invertido 100 millones de euros en la construcción de este complejo de energía solar con una potencia total de 150 MW y ha generado 450 puestos de trabajo.
En los últimos resultados presentados al mercado ya se anunció que está analizando nuevos potenciales proyectos renovables. A los 2.600 megavatios con los que cerrará este año podría sumarse otros 4.200 megavatios de capacidad instalada renovable. . Además, con la premisa de ir más allá, Naturgy ha identificado nuevas oportunidades por otros 5.300 megavatios. De cumplirse todos estos proyectos, el grupo alcanzaría una capacidad de 12.100 megavatios, convirtiéndose en la primera tecnología de su mix energético.
Optimización de la cartera de activos
Durante el último año, Naturgy ha estado inmersa en la optimización de la cartera de activos para monetizar aquellos que se han identificado como non-core para liberar recursos energéticos. Esta optimización se ha realizado transversalmente abarcando todas las áreas de negocio, desde los activos inmobiliarios hasta la cartera de clientes. En este último caso ya se ha visto el acierto de la estrategia con un incremento de los márgenes del negocio de Gas&Power.
Los accionistas se han visto beneficiados por una de las políticas retributivas más atractivas y revolucionarias del Ibex35: Naturgy se ha decantado por pagos fijos a lo largo de los cinco años que dura el Plan Estratégico en lugar de destinar parte de los beneficios a retribuir al accionista
El presidente de la compañía también ha impulsado una reducción del riesgo del negocio, a través de iniciativas para mejorar la visibilidad en la generación de caja y así aumentar la estabilidad en resultados. En esta línea, se ha adaptado la política de gestión de GNL y se ha asegurado la venta de un 90% de los volúmenes. Además, se ha reequilibrado la cartera de comercialización de electricidad para así tener menos volatilidad ligada a la evolución de los precios del mercado mayorista.
Estrategia aplaudida por el mercado
La incorporación de Reynés ya se percibió como un valor seguro para la acción de Naturgy. Las decisiones que ha ido adoptando la compañía tuvieron una buena respuesta en Bolsa, llegando a alcanzar la cotización las cotas máximas de la última década, hasta los 27 euros por acción. Aunque esto se ha visto afectado por la incertidumbre regulatoria provocada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el grupo sigue con la vista puesta en su Plan Estratégico y en crear valor para todos sus skateholders.
En este punto los accionistas se han visto beneficiados por una de las políticas retributivas más atractivas y revolucionarias del Ibex35: Naturgy se ha decantado por pagos fijos a lo largo de los cinco años que dura el Plan Estratégico en lugar de destinar parte de los beneficios a retribuir al accionista. A cargo de este ejercicio, se prevé la distribución de dividendos de 1,37 euros por acción, un 5% más que en el ejercicio anterior, donde su retribución ya se incrementó en un 30%. El dividendo de Naturgy alcanzará los 1,59 euros al finalizar en 2022.
Con este y otros movimientos, como la adquisición de acciones propias hasta 400 millones de euros al año, el grupo se ha ganado la ratificación de su calificación crediticia. Más concretamente, S&P Global ha confirmado el rating 'BBB' de Naturgy a largo plazo con perspectiva 'estable', mientras que Moody's mantiene la calificación de la multinacional energética en Baa2, con perspectiva estable. La firma destaca la diversificación de la compañía, así como su énfasis en la mejora de la rentabilidad y la predictibilidad de sus ingresos.
Naturgy pone así broche final a un año de transformación global; transformación que no ha hecho más que empezar.