Hay que conducir la atención del bebé y dejarle ir solo, dicen los autores.
Los padres tienen un papel más importante de lo que se creía en centrar la atención de los niños durante sus primeros meses de vida, según un estudio publicado esta semana en la revista Current Biology. El trabajo, realizado por el equipo de Chen Yu y Linda Smith, participaron 36 padres con sus hijos menores de un año a los que se colocó un visor que permitía seguir el lugar en el que fijaban la mirada mientras interaccionaban jugando con juguetes sencillos.
Tras analizar las interacciones entre los niños y sus progenitores, los científicos han llegado a la conclusión de que la mejor manera de conseguir que un crío centre la atención en algo no es insistir ni ponerle el objeto en cuestión delante de la cara; muy al contrario, cuando se hace estos e ve cómo el niño se distrae y mira a cualquier otra parte. La mejor fórmula era la que seguían los padres que mejor se amoldaban al propio comportamiento de los niños, es decir, aquellos que dejaban al niño actuar y cuando éste se fijaba en algo reforzaban su atención dándole información, como una palabra y fijando a su vez la atención en el objeto.
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"Cuando los padres juegan con objetos con sus hijos, extiende la duración en el tiempo de su atención a ese objeto, y el niño mantiene la atención por su cuenta a partir de este punto", explica Chen Yu. "Este efecto, mantenido día a día en la vida del niño, puede ser la fuente de habilidades importantes en el mantenimiento de la atención y la concentración", añade Smith. El efecto por el cual los niños fijan su atención en aquello hacia lo que los padres fijan la mirada es bien conocido por los psicólogos, pero Yu y Smith querían comprender mejor el componente social de este proceso. Su conclusión es que lo más efectivo es guiar la atención del crío y luego dejarle a su aire.
“Orientar su atención es como enseñarle a montar en bicicleta”
"Mostrar interés en el objeto con el que el niño está jugando puede ayudar y entrenar al crío a mantener su atención, lo que puede tener importantes efectos a largo plazo en su desarrollo cognitivo", indica Yu. En definitiva, concluyen ambos autores, orientar su atención es como enseñarle a montar en bicicleta: durante un tiempo es necesario que el padre sujete y estabilice al crío pero llega un momento en que debe aprender a seguir pedaleando por su cuenta.
Referencia: The Social Origins of Sustained Attention in One- Year-Old Human Infants (Current Biology)