"Pero, ¿cómo va a haber un calentamiento global si en mi pueblo acaba de nevar?". Este argumento repetido con frecuencia por miles de personas a pesar de ignorar los datos científicos está justificado por un sesgo en nuestra propia percepción. El equipo de Robert Kaufmann acaba de demostrar con un estudio publicado en la revista PNAS que quienes viven en zonas donde hay enfriamiento son reacios a creer en el calentamiento global, incluso a pesar de su ideología o de los datos globales que se les proporcione.
Lo que dice el estudio es que las variaciones espaciales del cambio climático podrían llevar a algunas personas a experimentar enfriamiento local a pesar de que el clima global se está calentando, lo que aumenta su escepticismo con respecto al calentamiento global. Para demostrar esta hipótesis, Kaufmann y su equipo midieron los cambios sufridos por el clima en distintas zonas de Estados Unidos comparando el número de días al año en los que el récord de altas temperaturas era más reciente que el de bajas temperaturas, utilizando datos de estaciones meteorológicas de todo el país durante un período de 30 años. Esta medida mostraba unas variaciones espaciales considerables, con calentamiento en las costas este y oeste, y enfriamiento en las zonas del sur de los ríos Ohio y Mississippi.
La población que vive en las costas este y oeste tiene más tendencia a creer que la Tierra se está calentando que la que vive en las zonas de los ríos, incluso después de tener en cuenta factores sociales y demográficos como la afiliación a un partido político. Las experiencias personales de récord de bajas temperaturas en los últimos 5 años parecían mitigar el efecto de un período largo de calentamiento en las creencias de las personas que lo habían vivido.
Los autores sugieren posibles métodos para que las agencias meteorológicas mejoren la comunicación sobre el cambio climático, como informar del número de récord de altas temperaturas en relación al de bajas e informar de los datos de hipotéticas posturas contra el cambio de clima.
Referencia: Spatial heterogeneity of climate change as an experiential basis for skepticism (PNAS)