Las orcas del Estrecho de Gibraltar y golfo de Cádiz estarán a partir de ahora protegidas por el Estado tras la publicación en el BOE del Plan de Conservación que pretende gestionar de forma activa dicha población “mediante el impulso y la puesta en marcha de medidas específicas que favorezcan su supervivencia y garanticen su buen estado de conservación”. Estas actuaciones van dirigidas a la protección, conservación y recuperación tanto de la población de orcas como de su hábitat y se basan en más de 7 artículos científicos publicados al respecto y la tesis doctoral presentada por la Dra Ruth Esteban Pavo. También recoge muchas de las medidas propuestas a lo largo de los últimos 15 años por asociaciones como CIRCE, la Fundación Biodiversidad, la Fundación Loro Parque y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Las orcas del Estrecho de Gibraltar y golfo de Cádiz forman parte de la población más meridional del Atlántico nordeste y en los últimos tiempos están viendo amenazada su supervivencia debido principalmente a la reducción en la disponibilidad de sus presas el atún rojo, ya sea debido a la sobrepesca y/o a los efectos del cambio climático. Otras amenazas importantes son la degradación de su hábitat debido a la construcción de infraestructuras en alta mar, el ruido submarino, el intenso tráfico marítimo, el progresivo aumento de la industria turística de observación de cetáceos en la zona, o la contaminación de las aguas.
“Este plan de Conservación es la consecución de más de 15 años de trabajo por parte de más de 300 personas”
Mediante esta orden ministerial se aprueba el Plan de Conservación de la orca (Orcinus orca) del Estrecho y golfo de Cádiz se toman medidas concretas como la prohibición de sistemas activos destinados a la exploración submarina o subterránea (tanto por medio de sondas, aire comprimido o explosiones controladas como por medio de perforación subterránea), así como de las actividades de observación de cetáceos en las zonas de la Ensenada de Barbate, Conil y Banco Majuán, durante el periodo crítico para la especie, que tiene lugar del 1 de marzo al 31 de agosto. “Este plan de Conservación es la consecución de más de 15 años de trabajo por parte de más de 300 personas”, asegura Ruth Esteban. “Esperamos que las medidas incluidas dentro del plan sirvan para impulsar de nuevo las poblaciones de orcas del sur peninsular”.
La población de orcas está dividida en dos grupos: las orcas del Estrecho, cuya dieta está basada casi exclusivamente en atún rojo y se divide en cuatro manadas (A1, A2, B y C) y las orcas del golfo de Cádiz, que se alimentan de atún rojo pero también de una serie de especies secundarias y componen la manada D. Según recalca el plan de protección, estos grupos podrían ser especialmente vulnerables a una reducción en la disponibilidad de sus presas. Por otro lado, el incremento de los niveles de ruido submarino podría provocar cambios de comportamiento y daños físicos en las orcas, comprometiendo su supervivencia. Las medidas propuestas en el plan intentarán poner freno a las actividades que pongan en peligro a estos animales.