Ciencia

Así volaba el ave más grande de todos los tiempos

Vivió hace 25 millones de años y sus alas alcanzaban los 6,4 metros de envergadura. A pesar de que las predicciones teóricas indicaban que un ave de este tamaño sería incapaz de levantar el vuelo, un grupo de investigadores acaba de demostrar que Pelagornis era un hábil planeador y que surcó los mares de todo el mundo.

Imagine un ave del doble de tamaño del albatros real capaz de volar a una velocidad endemoniada. Algo así debió de ser Pelagornis sandersi, un ave que pobló los acantilados de todo el globo hace entre 25 y 28 millones de años y cuyos restos tenían desconcertados a los paleontólogos.  Su cuerpo tenía una masa de entre 15 y 30 kg y sus alas medían hasta 6,4 metros de una punta a la otra cuando estaban desplegadas. Los modelos aerodinámicos manejados hasta ahora indicaban que un ave de estas dimensiones lo tendría difícil, si no imposible, para volar, pues su tamaño sobrepasa de largo el límite teórico. Sin embargo, y a partir del estudio de una serie de huesos de las alas, el cráneo y las patas, el equipo de Daniel T. Ksepka ha realizado un meticuloso estudio y ha descubierto la manera en que pudieron volar estos gigantes

Poseer unas alas de semejantes dimensiones también acarrea una serie de desventajas

La reconstrucción anatómica de una de estas aves, la mayor que ha poblado la Tierra hasta ahora, ha permitido a los investigadores elaborar distintos modelos sobre su vuelo y llegar a la conclusión de que pudieron ser unos excelentes planeadores. Al poseer unas alas de gran tamaño, los científicos creen que el vuelo por aleteo sería bastante improbable y que estos animales se desplazaban como hacen otras grandes aves, aprovechando las corrientes de aire en superficie o ascendetes. Sin embargo, tener unas alas de semejantes dimensiones también acarrea una serie de desventajas.

El primer y más evidente inconveniente es la limitación de los movimientos en determinadas situaciones, hasta el punto de que se cree que lo tendrían muy difícil para remontar el vuelo si caían al agua. El tamaño y estructura de los huesos también hace probable que pudieran quebrarse en condiciones de estrés, al estar en el punto límite del diseño. En este punto, la discusión de los científicos estaba en si la manera de volar del Pelagornis se parecía más a la de los actuales albatros o al de las fragatas, que viven en los trópicos. Los primeros se desplazan a ras de superficie, aprovechando el efecto suelo, mientras que las fragatas usan más las corrientes ascendentes.

Su forma de volar era más parecida a la de los albatros que a la de las fragatas

Aunque no hay muchos datos para resolver el enigma, la distribución global del Pelagornis hace pensar a los científicos que su forma de volar era más parecida a la de los albatros que a la de las fragatas y que probablemente se alimentaban de peces que capturaban a ras de superficie o robaban sus presas a otros depredadores. Sobre el motivo por el cual desaparecieron de los océanos, aún no hay ninguna pista.

Referencia: Flight performance of the largest volant bird (PNAS)

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